28 febrero, 2006

DE VUELTA

Después de casi tres semanas... he vuelto. Lamento haber tenido tan abandonado este blog pero obligaciones vitales han hecho imposible que pudiera sentarme a esta adictiva máquina llamada ordenador y consumir la dosis diaria de Internet que mi cuerpo demanda. He descubierto que estoy tan enchufado a la red como uno de esos enfermos crónicos a su pulmón de acero. No me arrepiento, siempre hay que tener una adicción que nos recuerde que somos humanos. La diferencia con una de esas drogas de diseño, es que lejos de destruirme las ya estropeadas neuronas de mi cerebro, este maldito invento las activa. Por eso lo necesito...

No relataré las complicaciones que han hecho de mi vida una de esas montañas rusas de las de Florida. Simplemente diré que el deseo de una de las lectoras habituales de esta página se ha hecho realidad: estoy dando clases. Experiencia nueva en mi vida, sobre todo para mí, que como ya dije no soy profesor. La experiencia va bien. Los alumnos creo que también. Al menos la audiencia crece día a día...

De momento, como los entrenadores provisionales, he firmado por tres meses.

De momento, como dice el refrán, a entrenador nuevo victoria segura.

De momento, como veo en sus caras, hay ganas...

De momento...

Pero ese es el secreto, vivir momento a momento.

Conquistar cada momento como si fuera el último.


Una nueva guerra a la espera de mi guerra...
Pero no hay guerras pequeñas sino guerreros cobardes.

09 febrero, 2006

MALDITA NOSTALGIA

De un tiempo a esta parte, cuando enciendo la televisión sea la hora que sea, me encuentro con una serie que conozco. Y no porque se adicto a la programación actual, no, sino porque los programadores están reciclando cualquier cosa que tuvo éxito en el pasado. La nostalgia se ha convertido en el souvenir de la conciencia. Como aquellos recuerdos que compramos hace siglos un verano que para nosotros se convirtió en maravilloso, y que trascurridas varias décadas se ha vuelto una antigüedad de valor incalculable... Pero es mentira. La gran mayoría ya no tiene gracia, están pasadas y se deshacen por las costuras, la acción trepidante se ha convertido en sopor mañanero, y hasta el lenguaje que utilizan se acerca más a Don Quijote al de la cola de la parada del autobús... Nos venden la nostalgia con papel celofán o quizá es que el presente no tenga el atractivo del ayer. Quizá es que pese a que la televisión es de plasma, el contenido va en blanco y negro...


La nostalgia es cualquier cosa que teñida de pasado adquiere una pátina de bondad, de beatitud, de excelsitud que nunca tuvo en tiempo presente. Y como en tantas otras cosas, el exceso de verdad se convierte en mentira. Nostalgia es el engaño dulce que nos protege del pasado. Y es que necesitamos creer que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin embargo los programadores actuales están empeñados en rompernos el sueño, en mostrarnos la tramoya de nuestro recuerdo... Malditos sean.

Nuestra infancia y juventud estuvieron acompañadas por una serie de series de la televisión única, cuando no había posibilidad de elegir la basura para comer, que siempre eran buenas y que, con el paso del tiempo, se han convertido en míticas. Y, bien lo sabían los griegos clásicos, eso es el mito: darle a la realidad la cantidad suficiente de mentira de manera que se convierta en un recuerdo agradable... Probablemente el Aquiles de Troya era bajito, renegrido, mal encarado y a buen seguro que le olían los pies... pero después de unos cuantos siglos, el cine le ha convertido en un rubio Brad Pitt al que hasta los pedos le huelen a Channel. Y es que necesitamos los mitos para vivir, aún a sabiendas de que son mentira. Como decía el personaje de Nixon en la película de Oliver Stone frente a un cuadro de JFK: “Cuando te ven a ti, ven lo que querrían ser... Cuando me ven a mi, ven lo que son...” Por eso los humanos necesitamos mitos, no realidades. La realidad siempre es demasiado dura. Por eso inventamos los recuerdos...

De esta forma, Hollywood se ha convertido en la Grecia moderna y es la generadora de mitos actuales. Los dioses son fabricados en Los Angeles y exportados al resto del mundo... Pero no nos apesadumbremos. Rambo no es más que un Hércules Moderno puesto al día... Pero hasta el Olimpo pasa por sus momentos de crisis y en una época en la que los mitos escasean, los creadores han vuelto la vista atrás. La televisión, esa hermana pequeña del cine acudió hace tiempo al rescate, así Hollywood , que tan buena administración ha hecho siempre del pasado, decidió exprimir una naranja que apenas tuvo jugo en su día y que el poco que poseía sabía más a química artificial que a vitamina C. De esta forma pusieron en marcha la maquinaria para convertir aquellas series de los 60 y 70 en películas de los 2000. El invento comenzó bien con Misión Imposible y El fugitivo. Los dioses mayores como Ford o Cruise al mando de las operaciones... Pero cuando la máquina se pone a triturar carne picada, todas las hamburguesas saben igual porque ninguna sabe a nada: el Santo, Starsky y Hutch, Shaft, los Vengadores, Perdidos en el Espacio... caras jóvenes que sustituyen a caras ya de asilo (perdón, residencias para la tercera edad) y argumentos estúpidos son sustituidos por no argumentos, lo cual no deja de ser un paso atrás. Y es que, si volvemos a ver cualquiera de aquellas series nos daremos cuenta de que eran aburridas, apenas tenían acción y estaban rodadas de forma horrible pero, ay amigo, eran nuestra infancia, y en la infancia todo sabe a aventura.

Pero nadie contaba con la corrección política de nuestros días... el pasado siempre está falto de unos retoques porque el pasado siempre molesta a alguien. De esta forma, han tenido que pasar por el cirujano plástico de la moral contemporánea y así Los Hombres de Harrelson lucen ahora en sus filas a una mujer (impensable en aquel entonces) por lo que su mítico título de entonces hubiera tenido que ser cambiado hoy y pasar a denominarse algo así como “Las personas de Harrelson” políticamente correcto y no ese tan machista que tenía y que hacía que las chicas no pudieran jugar a esta serie. Pero bueno, para eso ellas tenían los Ángeles de Charlie...

En España este fenómeno aún no ha llegado... Gracias al cielo...

Miedo me da el poder imaginar si quiera remakes cinematográficos de Verano Azul, Médico de familia o Manos a la obra.

Pero no hay peligro. No se harán porque ellas no son nuestro pasado.

Somos parte del Imperio...

Somos parte del mundo clásico moderno...

Hasta nuestra nostalgia, gracias a Dios o al Diablo, es americana.

03 febrero, 2006

¿ESTA BUSH? QUE SE PONGA...

Oye Jorge, que soy yo, Peter. Peter Barber. ¿Cómo andamos? Sí, sí, ya sé que con las piernas... que corto eres, coño. No hombre. ¿Como vas a ser bajito tú? Digo que eres muy analítico. ¿Qué que significa eso? Nada, nada, ya sabes palabros que tenemos los de provincias... Mira, que tenía que comentarte algo. Noo, ningún problema con la guerra de Irak. Ya sabes que nosotros aquí votamos No a la guerra así que por eso nos llevamos a los soldados. La promesa era retirar los soldados pero no dijimos nada de los barcos. Claro, hombre, todo el mundo sabe que en los barcos no van soldados sino marinos... Sí, sí... buena jugada ¿eh? A ver si os creéis vosotros los únicos listos del mundo libre.

Ooooye, ¿qué te iba a decir? Ah sí. Que ya sabes como son estas cosas de la burocracia, ¡la de papeles que genera una guerra...! ¡No te imaginas...! ¿Ah? ¿Que no es una guerra? Bueno, eso, conflicto armado. Pues que hay un problema con una factura. A ver... la fragata esa que os mandamos para que NO hiciera la guerra, sí eso conflicto armado, pues eso que era solo para que escoltara a vuestras barcas de esas que llevan aviones... ¿Portaviones?... Bueno será portatodo porque no sólo llevarán aviones, ¿no? Sí, es que aquí somos muy quisquillosos con el lenguaje. Si yo te contara... Pues resulta que como nosotros no tenemos misiles porque somos pacifistas, me he enterado que os los hemos alquilado para que los llevara nuestra fragata y así poder defenderos de las piedras que os lanzaran desde Bagdag.... Pues eso, que estoy aquí con el libro de balance y digo yo... ¿Este alquiler va con IVA o sin IVA? Ya. ¿Y no puede ser en negro? Ya, claro los del fisco son iguales en todos sitios... Y digo yo, ¿ la ITV de los misiles quien la paga? Porque nosotros no los hemos utilizado. Van sin un solo rasguño. No les hemos hecho ni un solo kilómetro. Os los devolvemos en perfecto estado.... Sí, claro... ¿y eso no lleva descuento? Que no, claro... Ya se que utilizarlos habría llevado recargo pero es que si es sólo por acojonar, la próxima vez los llevamos de poliespán, sí eso corcho blanco, porque así nos ahorramos unas perrillas y además seguimos siendo pacifistas.

No, no, tranquilo. Aquí la gente no dice nada. La gala de los Goya estupenda. No. Nada de pegatinas. Es que el color de la pegatina del No a la guerra este año no va con nada. Ya sabes. Es lo que tienen los colores pastel. No hay manera de combinarlos con el rojo sangre.

Ah, y una cosa. Que me dice Bono, que a ver si tenemos más cuidado con las fotos que ya sabes que las carga el diablo. Vale que hagáis una foto pero, coño, no la mandéis dedicada como habéis hecho, que luego nuestro ministro tiene que andar recortándola, y tampoco es cuestión de que la gente sepa que nos llevamos bien. Sí, ya sabes, todos tenemos una reputación que mantener.

Bueeeeeno, pues nada, te dejo que seguro que tienes mucho que hacer... sí, claro, ya sé la de tiempo que lleva una invasión... Nos vas a decir a nosotros... que nos llevó cinco siglos la Reconquista. Claro, que nosotros no teníamos misiles. Nosotros la hicimos a mano, ya sabes, aquí somos más artesanos, es lo que tiene ser de pueblo.

Oye, un abrazo, y dale un beso a Bárbara, y dile a Suazenaguer que a ver cuando hace la cuarta de Terminator. Vaaaale, de tu parte. Adios Jordi.

...Era Bush. Le tengo un asco...

02 febrero, 2006

CARTA ABIERTA

"¿Crees que no tengo sentimientos?. Soy una actriz... ¡los tengo todos!"

Robert Harling en "EL CLUB DE LAS PRIMERAS ESPOSAS" (1996)



Dicen que un amigo es un hermano que se elige.

Le conocí hace trece años. En un casting. Necesitaba un tipo con pinta de policía nacional y se presentó Villén. Era lo más alejado a lo que estaba buscando. Además ese ojo suyo, esa mirada especial, no ayudaba a dar al personaje la normalidad que requería. Con la razón en la mano no podía ser ese policía que estaba buscando. Pero mi razón nunca ha gozado de buena salud... me pareció un buen actor, y un buen actor puede ser lo que quiera le dije a mi ayudante. Le colocamos unas gafas oscuras y un traje y ¡plof! como por arte de magia apareció el poli. Se transformó delante de nuestros ojos. Pocas veces me ha pasado algo así.... Ni que decir tiene que triunfamos y a partir de ese día ha estado en todo lo que he hecho. Cualquier proyecto que ha caido en mis manos, ha contado rapidamente con su trabajo. No porque sea amigo, sino porque quizá Villén no sea la estrella del equipo, que no sea un galáctico que se dice ahora, quizá no sea el que mete los goles, ni el que sale en las entrevistas, pero es fundamental en cualquier proyecto... Y no lo digo yo: cada día se ha hecho más imprescindible en películas de Fernando León, Alex de la Iglesia, José Luis Garci... Y es fundamental porque es de esa clase de actores que hace que el que está a su lado se crezca, que parezca aún mejor, que se perciba la complicidad entre ambos aunque acaben de conocerse... Es de esos grandes actores cuyo brillo está en trasmitirselo a los demás. En términos deportivos sería el que da la “asistencia” para que otro meta el gol... Y eso es una “rara avis”.

Este año, por primera vez, estaba nominado a los Goya. Su recreación del trabajo de Armando, el amigo del Señor de Murcia que se enamora de Ninette, ya es histórica. Y lo tenía muy dificil. Era un papel que había hecho tanto en cine como en televisión un actor llamado Alfredo Landa. Y todos le recuerdan en ese papel... Nada más y nada menos. Bien. Pues Enrique, no es lo que hiciera mejor... es que lo hizo distinto. Que es todavía más dificil. Para todos se nos hacia imposible que no fuera nominado. Y así la lógica triunfó... Pero ya sabemos que hoy día es dificil llevar la lógica hasta el final. No diré yo que Carmelo Gómez no lo mereciera, digo que el trabajo de Enrique lo merecía más... Y sí, claro, es subjetivo. En esto no hay varas de medir.

Así que cuando el domingo no dijeron su nombre al abrir el sobre, me enfadé. Que le voy a hacer. No soy un buen perdedor (no nos engañemos, en este negocio no lo es nadie) me sentí igual que si el Madrid hubiera perdido una Copa de Europa con un gol de penalty injusto en el último minutos. No. Me sentí peor.

Después hablamos y estaba como si nada. Es un gran actor. Se lo mucho que habia luchado por llegar a esa final y lo que joroba perder por un gol en fuera de juego. Pero qué se le va a hacer... así es este “deporte”. A veces el árbitro se equivoca pero forma parte del juego... Curiosamente, se mostraba preocupado por lo que estaba leyendo sobre la gala y por la percepción general que la gente comienza a tener, o quizá sería mejor decir que continúa teniendo, sobre el cine español. Es un luchador, así que en vez de dolerse en su pérdida goyesca, hizo una interesante reflexión sobre lo que ocurre... Me envió una carta y le pedí permiso para publicarla. Accedió. Aquí la tenéis.


MEA CULPA por Enrique Villén

No quiero que mi crítica a la gala de los Goya parezca una pataleta por no haber recibido uno. Estoy más que satisfecho con la nominación.

Que me disculpe mi compañera Coixet (por cierto me parece una directora y guionista excelente y, además, me cae muy bien) pero no es de recibo que nuestra Academia de Cine premie con el Goya a la Mejor Película a un film en inglés; estoy más que seguro de que si hubiera sido en Catalán, Euskera o en las distintas lenguas que conforman nuestro territorio, ¿hubiera sido premiada? Mucho me temo que no.

La gala, muy a mi pesar fue larga, tediosa y mal dirigida. Resines y Concha no pudieron hacer nada por levantar un guión falto de ritmo y humor. Los miembros de la Academia, después de las críticas que he leído (no ya de la prensa sino de los espectadores que la sufrieron) deberíamos replantearnos cómo realizar nuestra fiesta.

Dejemos de irritar al espectador con la política: la Academia y nuestra fiesta no pertenecen ni a un partido político ni un sindicato, por lo tanto y siempre según mi opinión, el escenario no es el lugar para hacer política. Señores, compañeros académicos, a nuestros políticos les importa un comino el cine, no nos quieren, la verdad es que no quieren a nadie... bueno a lo mejor a sus familias. De nosotros sólo quieren la foto para luego manipularnos y ningunearnos.

Dejemos de irritar al espectador en nuestra gala con lo mal que nos va, el poco apoyo que tenemos.... y "hay que joderse lo mal que nos tratan" ya que no es el sitio ni el momento. Tengamos en cuenta que quienes nos están viendo desde sus casas son ciudadanos que generalmente trabajan de sol a sol y que en su mayoría no llegan a final de mes... Sin embargo tienen que tragarse a unos señores vestidos de Armani, Hugo Boss etc. quejarse y quejarse. (Aunque nosotros los del espectáculo sabemos que esto solo es un escaparate y forma parte de una fantasía.)

Con esto no quiero decir que la gente del cine no lo pase mal, que lo pasa, que es un oficio jodido que hay un alto índice de paro, que no todos llegan a final de mes pero, compañeros, eso ocurre en la mayoría de los oficios. Lo que quiero decir es que la Gala de los Goya no es el marco para nuestras quejas. De seguir cayendo en este error, continuaremos levantando la furia y la mala leche del espectador contra nosotros...y es comprensible.

Los Goya son un escaparate para promocionar el cine español así que debería ser festivo, con glamour, con buenas caras... y quizás así no levantaríamos las iras de los espectadores que al fin y al cabo son los que cierran el círculo de esa maravilla que llamamos el séptimo
arte y que como muy bien dice mi buen amigo Pedro Barbero: "sin el público sólo somos sombras en una sábana".

PD. Gracias por tus bonitas palabras escritas hacia mí en tu blog.

P.D.D. Si lamento no haber recibido el Goya es por mi madre.

Un fuerte abrazo de tu amigo.

Enrique.


Felicidades hermano.

P.D. Si le veis por ahí pedidle un autógrafo. O haceros una foto con él. O simplemente decirle que os gusta su trabajo. O lo que sea... Simplemente por conocerle. Porque merece la pena. Os lo aseguro.