RIP TV
W. Wisher y W. Lewis en "EL GURRERO Nº13" (1999)
Me gusta este mundo porque no deja de sorprenderme cada mañana. Quizá el otro (mundo) tampoco esté mal pero, ante la incertidumbre, prefiero por el momento quedarme con éste. Y es que leo en el periódico que Alemania estrena el primer canal funerario del mundo. Ah, que gran idea. Ya que no encontramos más programas que hacer con los vivos, empecemos a sacarle el jugo a los muertos. Claro que sí. Basta ya de ese perezoso Descanse en paz en las coronas del cementerio. Aquí no va a descansar ni Dios. Seguir produciendo más allá de la muerte, ese es el objetivo.
El canal en cuestión se llamará Etos TV y, según cuentan, rendirá homenaje a los seres queridos. Muy listos estos germanos. Pase lo que pase, su canal no dejará de tener “carne fresca” nunca… Porque los humanos podemos cambiar de gustos, de mentalidad, de actitud política pero lo que no podemos hacer de momento es dejar de morirnos. Y ese es un mercado televisivo que aún está por explotar: "Cada año mueren en Alemania 800.000 personas. Si tenemos en cuenta que cada uno tiene cuatro familiares, amigos y compañeros de trabajo íntimos, cerca de 3,2 millones de alemanes se enfrentan cada año al tema de la muerte", ha señalado Wolf Tilmann, creador del proyecto. Y es que los alemanes ya fueron pioneros en eso de convertir a los muertos en bien de consumo. Ahora, eso sí, no los producen. Ya vienen muertecitos "de fábrica".
Por sólo dos mil euros te montan una telenecrológica de dos minutos de duración que será emitida unas diez veces a lo largo del día. Ellos se encargan de hacerte el vídeo con puesta de sol, niños en el parque, montañas nevadas o preciosos cielos azules en los que se supone que está el finado. Además se pueden añadir testimonios de su pareja, padres, hijos o familiares acompañados de vídeos o fotos del muerto.
Que pasada. Me apunto. Ya estoy trabajando en mi video. Lo montaré yo mismo. Me haré un publireportaje que será la envidia del cementerio. Pero nada de familiares recordando estúpidas anécdotas. Ni hablar. En el mío aparecerán las mujeres con las que he acostado durante mi corta existencia lanzando loas sobre mis capacidades amatorias: “Era un cabrito… pero funcionaba en la cama como el mismísimo diablo” o “nunca ganó un Goya pero yo le di el Oscar en más de una ocasión”. Ni que decir tiene que no serán mis “auténticas amantes”. Uno no da para tanto… Pero pienso contratar actrices de Playboy, por muy cara que sea la sesión, para que declamen de forma creíble y exaltada el guión que les voy escribir. Se trata de joder a los que me odian, claro. Que se les revuelvan las entrañas mientras se devanan los sesos intentando averiguar cómo me llevé a esas bellezas a la cama…
Pero, una duda me asalta: ¿Se pueden contratar “contravideos”? Me explico. Te enteras que ha palmado un tipejo que te jorobó en vida, así que compras el tiempo necesario y emites una cinta, que lejos de exaltar sus bondades, hace un repaso de las hijoputeces que cometió el finado y en el aparecen todos los damnificados cagándose en su padre. ¡Qué es eso de recordar la existencia de un cabrón con pintas! Ni hablar. Que el mundo entero sepa la clase de mamón de la que se ha librado
Sin embargo, aunque los reportajes pueden estar bien yo, con mi mentalidad televisiva, preveo mucho más negocio que un simple documental con música de Handel. ¿Por qué quedarse ahí? Imaginemos una parrilla atractiva y que pudiera competir en el Prime Time contra las grandes cadenas. ¿Por qué no un Gran Hermano Mortuorio? Sólo habría que colocar cámaras dentro de los ataúdes para ir viendo como se descomponen los cadáveres. Después, el debate del domingo: ¿Por qué se descompone mejor Manfred que Helga? “Está claro que Helga era alcohólica y por eso los gusanos tardan más en hacer su trabajo que en el cuerpo de Manfred.” “Ni hablar. Yo tengo una exclusiva: Como demuestra un reciente estudio de
Y para rellenar la parrilla todo tipo de formatos: programas de testimonio con enfermos terminales próximos a la muerte y comprometiéndose a hablar en directo cuando palmen desde el más allá. Series como Medium. Bricomanía, ¡Construye tu propio ataúd estilo Valentino con mp3 incluido! Programas de cocina: ¿Qué hacer con esas molestas vísceras? Debates: ¿Cómo contratar un seguro de vida antes de pegarte un tiro? O galas benéficas: ¡Esta noche desde el cementerio de
¿Y qué decir de esos programas del corazón necrófagos llevando a familiares, amigos, conocidos y demás fauna a hablar del muerto…? Hablar mal, se entiende, porque comentar lo que hizo a favor de todos no tiene ninguna gracia y no da audiencia. Fotos y vídeos que apoyaran las tesis más peregrinas y odiosas, desgranando cada uno de sus comportamientos más deleznables, sugiriendo las teorías más escabrosas en torno a su sexualidad, todos alimentándose de la carne del cadáver aún calentito... Eso sí que tendría un buen share.
Ahora que caigo, esto último ya se está haciendo en las cadenas “normales”. El corazón no tendría futuro en RIP TV.
P.D. Siguiendo con el tema: no perderse Planet Terror de Robert Rodríguez, la peli de zombies más divertida que he visto.