20 agosto, 2009

EL DIA A

Mañana es el día. El día A. The Avatar day. Después de doce años de espera, James Cameron nos enseña un trozo de su última creación. Y es que cuando hablamos de este tío no podemos decir película. Cameron Crea. Con mayúscula. Sí, vale, tengo debilidad por este canadiense de humor intratable, fama de dictador y megalomaniaco.

A lo primero no hay nada que apostillar. Como dijo alguien, el trabajo del director de cine es el menos democrático del mundo. Así que, el adjetivo va en el sueldo. Pero ¿megalomaniaco? Si a uno se sale algo bien ¿por el simple hecho de que sea grande es un megalomaniaco?

Por ejemplo ¿Alguien se atrevería a tachar a Dios de megalomaniaco?: “Qué mundo tan bonito… Sí, bueno, está bien pero se nota que su creador es un megalomaniaco…” Hagamos una encuesta, probablemente estaríamos todos de acuerdo en que al Creador le salió el mundo mucho peor que a Cameron Terminator 2, Aliens, Abyss o Titanic. Al menos Dios ha tenido mucho peores críticas. Eso es innegable.

Así que, lo siento, no hay discusión posible. Vale, sí, ya se que hay ateazos que no creen que las películas de James (y perdón por la confianza, señor) no sean para tanto pero ¿acaso no tiene herejes la Santa Madre Iglesia? ¿Acaso no hay algunos que dudan del milagro de los panes y los peces? Descreídos y envidiosos los ha habido y los habrá. Y más en este país, que si nos dedicáramos a exportarlos, habríamos salido ya de la crisis hace tiempo.

Lo importante es que se estrenan 15 minutos de Avatar, un macroproyecto rodado en 3D y que dicen que cambiará la forma de hacer películas. ¿Una exageración? Con Cameron nunca se sabe. El siempre quiere más, siempre da un paso más, siempre se exige más.

Y lo, realmente, todavía más importante es que este devoto creyente ha conseguido dos preciadas invitaciones para asistir a ese pase exclusivísimo. Me llevaré a mi hijo para que tenga un bautizo, como Dios manda, y entre a formar parte de esta-nuestra-su Iglesia. En lugar de agua bendita, nos darán gafas de 3D, obviamente. Será mañana, a las ocho y media de la tarde. Cine Proyecciones.

Unos pocos, esta noche, dormiremos pensando en que el mundo mañana, si no es mejor, al menos lo parecerá… En diciembre vendrá la luz definitiva, la película completa, la que ha de alumbrar este maltrecho mundo del cine siempre en crisis. Nos sacará de las tinieblas y los peliculeros volveremos a reinar. La venida está próxima. Y mañana, unos pocos elegidos Señor, podremos verlo con nuestros propios ojos .

¡Aleluya hermanos! ¡Aleluya!