02 febrero, 2006

CARTA ABIERTA

"¿Crees que no tengo sentimientos?. Soy una actriz... ¡los tengo todos!"

Robert Harling en "EL CLUB DE LAS PRIMERAS ESPOSAS" (1996)



Dicen que un amigo es un hermano que se elige.

Le conocí hace trece años. En un casting. Necesitaba un tipo con pinta de policía nacional y se presentó Villén. Era lo más alejado a lo que estaba buscando. Además ese ojo suyo, esa mirada especial, no ayudaba a dar al personaje la normalidad que requería. Con la razón en la mano no podía ser ese policía que estaba buscando. Pero mi razón nunca ha gozado de buena salud... me pareció un buen actor, y un buen actor puede ser lo que quiera le dije a mi ayudante. Le colocamos unas gafas oscuras y un traje y ¡plof! como por arte de magia apareció el poli. Se transformó delante de nuestros ojos. Pocas veces me ha pasado algo así.... Ni que decir tiene que triunfamos y a partir de ese día ha estado en todo lo que he hecho. Cualquier proyecto que ha caido en mis manos, ha contado rapidamente con su trabajo. No porque sea amigo, sino porque quizá Villén no sea la estrella del equipo, que no sea un galáctico que se dice ahora, quizá no sea el que mete los goles, ni el que sale en las entrevistas, pero es fundamental en cualquier proyecto... Y no lo digo yo: cada día se ha hecho más imprescindible en películas de Fernando León, Alex de la Iglesia, José Luis Garci... Y es fundamental porque es de esa clase de actores que hace que el que está a su lado se crezca, que parezca aún mejor, que se perciba la complicidad entre ambos aunque acaben de conocerse... Es de esos grandes actores cuyo brillo está en trasmitirselo a los demás. En términos deportivos sería el que da la “asistencia” para que otro meta el gol... Y eso es una “rara avis”.

Este año, por primera vez, estaba nominado a los Goya. Su recreación del trabajo de Armando, el amigo del Señor de Murcia que se enamora de Ninette, ya es histórica. Y lo tenía muy dificil. Era un papel que había hecho tanto en cine como en televisión un actor llamado Alfredo Landa. Y todos le recuerdan en ese papel... Nada más y nada menos. Bien. Pues Enrique, no es lo que hiciera mejor... es que lo hizo distinto. Que es todavía más dificil. Para todos se nos hacia imposible que no fuera nominado. Y así la lógica triunfó... Pero ya sabemos que hoy día es dificil llevar la lógica hasta el final. No diré yo que Carmelo Gómez no lo mereciera, digo que el trabajo de Enrique lo merecía más... Y sí, claro, es subjetivo. En esto no hay varas de medir.

Así que cuando el domingo no dijeron su nombre al abrir el sobre, me enfadé. Que le voy a hacer. No soy un buen perdedor (no nos engañemos, en este negocio no lo es nadie) me sentí igual que si el Madrid hubiera perdido una Copa de Europa con un gol de penalty injusto en el último minutos. No. Me sentí peor.

Después hablamos y estaba como si nada. Es un gran actor. Se lo mucho que habia luchado por llegar a esa final y lo que joroba perder por un gol en fuera de juego. Pero qué se le va a hacer... así es este “deporte”. A veces el árbitro se equivoca pero forma parte del juego... Curiosamente, se mostraba preocupado por lo que estaba leyendo sobre la gala y por la percepción general que la gente comienza a tener, o quizá sería mejor decir que continúa teniendo, sobre el cine español. Es un luchador, así que en vez de dolerse en su pérdida goyesca, hizo una interesante reflexión sobre lo que ocurre... Me envió una carta y le pedí permiso para publicarla. Accedió. Aquí la tenéis.


MEA CULPA por Enrique Villén

No quiero que mi crítica a la gala de los Goya parezca una pataleta por no haber recibido uno. Estoy más que satisfecho con la nominación.

Que me disculpe mi compañera Coixet (por cierto me parece una directora y guionista excelente y, además, me cae muy bien) pero no es de recibo que nuestra Academia de Cine premie con el Goya a la Mejor Película a un film en inglés; estoy más que seguro de que si hubiera sido en Catalán, Euskera o en las distintas lenguas que conforman nuestro territorio, ¿hubiera sido premiada? Mucho me temo que no.

La gala, muy a mi pesar fue larga, tediosa y mal dirigida. Resines y Concha no pudieron hacer nada por levantar un guión falto de ritmo y humor. Los miembros de la Academia, después de las críticas que he leído (no ya de la prensa sino de los espectadores que la sufrieron) deberíamos replantearnos cómo realizar nuestra fiesta.

Dejemos de irritar al espectador con la política: la Academia y nuestra fiesta no pertenecen ni a un partido político ni un sindicato, por lo tanto y siempre según mi opinión, el escenario no es el lugar para hacer política. Señores, compañeros académicos, a nuestros políticos les importa un comino el cine, no nos quieren, la verdad es que no quieren a nadie... bueno a lo mejor a sus familias. De nosotros sólo quieren la foto para luego manipularnos y ningunearnos.

Dejemos de irritar al espectador en nuestra gala con lo mal que nos va, el poco apoyo que tenemos.... y "hay que joderse lo mal que nos tratan" ya que no es el sitio ni el momento. Tengamos en cuenta que quienes nos están viendo desde sus casas son ciudadanos que generalmente trabajan de sol a sol y que en su mayoría no llegan a final de mes... Sin embargo tienen que tragarse a unos señores vestidos de Armani, Hugo Boss etc. quejarse y quejarse. (Aunque nosotros los del espectáculo sabemos que esto solo es un escaparate y forma parte de una fantasía.)

Con esto no quiero decir que la gente del cine no lo pase mal, que lo pasa, que es un oficio jodido que hay un alto índice de paro, que no todos llegan a final de mes pero, compañeros, eso ocurre en la mayoría de los oficios. Lo que quiero decir es que la Gala de los Goya no es el marco para nuestras quejas. De seguir cayendo en este error, continuaremos levantando la furia y la mala leche del espectador contra nosotros...y es comprensible.

Los Goya son un escaparate para promocionar el cine español así que debería ser festivo, con glamour, con buenas caras... y quizás así no levantaríamos las iras de los espectadores que al fin y al cabo son los que cierran el círculo de esa maravilla que llamamos el séptimo
arte y que como muy bien dice mi buen amigo Pedro Barbero: "sin el público sólo somos sombras en una sábana".

PD. Gracias por tus bonitas palabras escritas hacia mí en tu blog.

P.D.D. Si lamento no haber recibido el Goya es por mi madre.

Un fuerte abrazo de tu amigo.

Enrique.


Felicidades hermano.

P.D. Si le veis por ahí pedidle un autógrafo. O haceros una foto con él. O simplemente decirle que os gusta su trabajo. O lo que sea... Simplemente por conocerle. Porque merece la pena. Os lo aseguro.

6 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Muy inteligente y sabio el sñor Villén. Lástima que esta dosis de cordura y sentido común, este ejercicio de reflexión, no lo tengan, hagan, la gente que toma decisiones y que está en posciones de cambiar esto... ¿quién sabe, señor Frodo? Igual es un conflicto de intereses ¿Quién sabe?
Churno

3:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ni siquiera sabía cómo se llamaba este actor, porque voy poco a ver cine español, no he visto El Método y Carmelo Gómez es bueno, pero Villén es buenísimo. Le recuerdo de haber visto pasar La Comunidad por la tele, y también yo iré a ver sus pelis, porque ahora sé que además de buen actor es buena persona: su carta me reconcilia con el cine español; no volveré a pensar que son todos iguales, siempre hay buena gente que se salva.

7:58 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Perdón Jean, dije que me sentía mucho peor... :-)

En cualquier caso mis parafilias no son cuestionables. Ademas, a mi edad ya no voy a cambiar de equipo...

Y para nuestro anónimo comunicante, decirle que, efectivamente no todos son iguales, lo que pasa es que los que más gritan se les escucha más... pero no por eso tienen más razón. Y es muy dificil estar siempre en la oposición, esté quien esté en el poder...

Un saludo.

9:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estuve esa noche en la gala de los Goya. Lo más bonito fue ver cómo Enrique aguantaba toda el resto de la ceremonia y como, con la sonrisa, con lo mejor y más profesional de su alma, fue a celebrar la "croqueta" con los demás. Porque él tenía que celebrarla junto a sus compañeros (aunque algunos de los premiados huyan de esa croqueta, inexplicablemente). También sentí no ver a muchos de esos compañeros, por ejemplo, a Carmelo Gómez.
Anónimo Venenciano

9:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me da a mí que Enrique es un Señor como la copa de un pino...qué suerte conocerle!!!

5:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Conozco a Enrique Villén. Le conozco desde hace años. Nos une una fuerte amistad. He visto casi todas las películas en las que ha participado. Casi todas... ¿y sabéis lo mejor de todo? Nunca he visto a Enrique Villén en la pantalla. Es lo más grande que se puede decir de un actor...y es el mejor regalo que un actor puede hacer al espectador.

9:32 p. m.  

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