PLANETAS PERDIDOS
"Si de verdad estamos solos... ¡cuanto espacio desaprovechado!"
J.V. Hart y Michael Goldenberg en "CONTACT" (1997)
J.V. Hart y Michael Goldenberg en "CONTACT" (1997)
He pasado porque el padrenuestro que me enseñaron cuando iba a misa ya no pida a Dios lo que antes pedía (de “perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores” se pasó a “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden…”).
He pasado porque el mapa de Europa con Yugoslavia, la URSS y Checoslovaquia pase a ser un objeto de anticuario y que cuando me refiera a cualquiera de esos ya desaparecidos países, mi hija me mire con la misma cara con la que yo miraba a mi abuela cuando se refería al Imperio Austrohúngaro.
He pasado por tener que convertir mi sueldo de euros a pesetas de la misma forma que mi bisabuelo traducía a reales los precios en rubias…
¡Pero que me intenten cambiar el número de planetas de nuestro viejo sistema solar…! Por ahí no paso. Que no. Que no paso.
Y no pienso pasar porque, vale que le pidamos cosas distintas a Dios porque las necesidades humanas cambian con el tiempo… Antes todos estábamos cubiertos de deudas y se hacía importante rogar por ellas, pero ahora cuando el estado del bienestar se ha acomodado entre nosotros nos importa mucho más el honor y la ofensa. Natural. Dios lo ha entendido, seguro.
Vale, también, que las fronteras humanas cambien y se creen nuevos países para que así los políticos puedan ser cada vez más y mandar en más sitios. Ahora los mundiales de cualquier deporte son mucho más divertidos cuando jugamos a adivinar las extrañas banderas que representan a países que tienen menos extensión que el pasillo de mi casa…
Vale que, incluso, nos cambien la moneda por mor de una cosa llamada economía y que, así muera con trescientos treinta y cinco años, nunca conseguiré entender…
Pero… ¿¿¿Cómo es eso de que han descubierto tres nuevos planetas en el sistema solar??? ¿¿Un trozo de roca de millones de kilómetros de diámetro puede estar “escondida” a la vuelta de un recodo cósmico???
Yo tengo un telescopio y lo más a lo que he llegado es a ver algún cráter de la luna pero suponía que todos esos sabios de barba blanca y capirote con estrellas (que es como yo me los imaginaba) tenían el cosmos más controlado que la señorita Rotenmeyer a Heidi. Pero… ¿Cómo coño se les han podido pasar tres, sí amigos, tres planetas? Que un planeta no es una albondiguilla que queda en la olla después de servir… que un planeta no es una moneda de cinco céntimos de euro olvidado en un vaquero que nunca nos ponemos… ¡¡¡Por Dios!!! Pero ¿¿¿quién mira por esos telescopios???
Qué engañados nos tenían… Lo peor es que he empezado a desconfiar de todo lo referente a la ciencia… Si ha ocurrido con algo tan grande, no quiero ni pensar lo que se pueden haber dejado pasar con lo más pequeño. ¿Quién me dice a mi ahora que un átomo es un átomo? ¿Y eso de que está compuesto de protones, neutrones y electrones…? Lo mismo hay algo por ahí suelto, tras un protón... porque si ha pasado algo así con un trozo de roca de millones de kilómetros… ya me diréis con algo que en los libros siempre viene dibujado.
Pero ahí no acaba la cosa. Lo mejor son los nombres que han decidido ponerles a los recieen “descubiertos” planetas: Ceres, Caronte y 2003-UBS313. Lo de los dos primeros pase. La mitología griega da para mucho. Pero ¿el último? ¿Es que le han cogido manía? ¿El nombrecito es la ocurrencia de un cachondo que quiere que los chavales suspendan ciencias por no acordarse del planeta "incomprensible"?
Y sí queridos amigos. Lo es. El 2003 UBS313 es un nombre puramente transitorio y de burócrata de turno. El astrónomo que le echó el ojo por vez primera se llama Mike Brown y es de California. Lo cual dice muy poco a favor de los astrónomos de esa tierra, por cierto. Yo desde luego, si fuera su jefe no les renovaba el contrato...
-Oye, tío, ¿Qué es eso que hay detrás de Plutón?
-Ah, no, nada. Una mota de polvo. Es que esta semana no ha venido la chica que limpia.
-¿Pero que dices chaval? Si parece que se mueve.
-Coño, pues sí. Debe ser un planeta perdido… ¿Qué no?
-Vaya engorro ahora, tener que ir al registro y demás...
-Cuando se lo digamos al jefe nos cruje…
-Bah, se lo comento mañana que tengo que irme a ver el episodio de “Xena” la princesa guerrera…”
Más o menos debió de ser así porque el que eso es que el bueno de Mike ha pedido que el planeta descubierto por él se llame 'Xena' en honor a la popular princesa guerrera protagonista de la serie de televisión. Manda cojones… Y perdón por la expresión. Estaba claro que tanto consumo indiscriminado de televisión tenía que terminar pasando factura al género humano. Ya puestos, es un desperdicio que el sr. Brown no fuera fan de Los Simpsons. Más se merece pasar a la posteridad el gamberro de Burt que la andrógina Xena…Claro que podría haber sido peor si el astrónomo hubiera sido español: “Planeta Manolo y Benito”, los inefables chapuzas de “Manos a la obra”. Escalofríos me entran de pensarlo.
Pero claro, algo había que hacer con los tres planetas. Y así, el día 24 de agosto de este año, 2.500 sabios y magos de la Unión Astronómica Internacional, se han reunido en Praga para ver si ampliaban el número de planetas de nueve a doce. Y ahí se han liado todos… Como casi siempre, la culpa la han tenido los japoneses con esa manía suya de ordenarlo todo…"El problema es que hasta hoy no había una definición científica de planeta", explicó el portavoz del observatorio nacional de astronomía de Japón, Junachi Watanabe.
¿Ah no? ¿y lo que dice la RAE que? “Cuerpo sólido celeste que gira alrededor de una estrella y que se hace visible por la luz que refleja” Pues nanai. Claro que los japoneses no leen el diccionario de la RAE. Junichi ha propuesto que un cuerpo celeste se considerara planeta, “siempre y cuando contenga la masa suficiente de cinco veces 10 elevado a 20 kilogramos" Que ya son ganas de complicarlo todo porque no ha podido dar un número concreto, no. Hay que hacer un huevo de operaciones matemáticas con una calculadora que ni siquiera tengo…
Total, que todos han quedado fascinados con Junichi y han aplaudido su propuesta. Cuando ha llegado el momento de contar y, según esta última definición, Plutón y sus nuevos compañeros se quedan sin ser planetas. Donde iba a haber más, finalmente, hay menos. Es que los japoneses han sido siempre muy ahorradores… Así han levantado la Sony, la Panasonic y la Suzuki. Menudos son ellos.
Pero cuidado, porque como en una próxima revisión astrológica, se haga una nueva reestructuración de la plantilla planetaria, lo mismo vuelven a reducir y nos enteramos de que nuestra Tierra no existe, y entonces si que la hemos liado…
