08 febrero, 2007

GOYAS: AÑO DOS


"Yo creo que el único premio posible es el dinero.

Es mucho más decorativo que una estatuilla y puedes comprarte un traje de Armani..."

Pedro Almodóvar


Comprendan ustedes que me es difícil hablar de cine español. Apenas lo veo desde hace varios años. No tengo nada contra él. Simplemente me aburre las más de las veces y casi siempre no me interesa nada de lo que me cuenta, ni cómo me lo cuenta. Según el ultranacionalismo imperante en esta bendita profesión, uno (por mor de su ocupación) debería hacer proselitismo del cine patrio… pero no. Lo siento. Si las cosas me van bien en un futuro próximo, alguien me sacará algún día este artículo diciendo que soy un resentido que sólo miraba para otro lado porque no me dejaban entrar en el club. Que, como buena zorra que soy, digo hoy aquello de “Bah, las uvas están verdes…” Pero, coño, es que están verdes. Mañana no sé, pero a día de hoy están verdísimas y no son uvas sino peras…

Al igual que mi páncreas no procesa la glucosa, mi desquiciado cerebro ya no soporta las malas historias. Sean de donde sean. Soy el tipo menos nacionalista que conozco, y cuando se trata de alimentar a mis neuronas, soy más exquisito que Lecter en un Mac Donalds. Las conexiones sinápticas no se interesan por la lengua de las historias que necesitan devorar para sentirse vivas. Solo se mueven complacidas cuando el manjar está a la altura y no preguntan por la bandera de la manduca. Y yo, viviendo de lo que producen esas neuronas, sólo les alimento con lo mejor. Venga de donde venga.

Así pues no entiendo este nacionalismo “cinematografil” porque no existe el nacionalismo literario, por ejemplo. No he oído yo a ningún ministro decirnos que leamos a Cela, a Reverte o a Marías frente a Paul Auster, Crichton o Sófocles, por poner ejemplos que están en las mentes de todos.

Un amigo mío dice que el cine sólo tiene dos nacionalidades: el bueno y el malo. Yo, como bien sé lo difícil que es hacer una peli, lo rematadamente complicado que es hacerla bien, y lo casi imposible que es que tenga éxito… me cuesta mucho decir si una película es buena o mala. Me conformo con saber si funciona o no… Y eso son datos empíricos. Son hechos y no opiniones y, perdónenme ustedes, no es posible refutarlos. Luego el tiempo dirá si el metraje es una obra de arte o no quedará ni para banquete de bacterias que se llevarán los lustros.

Y un año más llega la ceremonia de los Goyas que es a lo que íbamos. Apenas he visto ninguna de las películas presentadas. Volver. Lo hice por la razón que antes exponía: la ha visto mucha gente, y algo debía de tener. De la misma forma, y pese a los comentarios, veré Alatriste. Qué se le va a hacer. Intento ser coherente…

Volver ha sido mi vuelta al cine de Almodóvar. No se por qué mi intuición me decía que me iba a gustar. No me equivoqué. Me gustó. Muy bien rodada. Un guión ágil y que engaña al espectador como ahora se lleva. Como soy muy malo incluso he pensado que es una “respuesta” a Los Otros, la peli de Amenábar. Su negativo perfecto… Como no quiero destriparla a aquellos que no la han visto no seguiré contando pero si queréis, profundizaré más en los comentarios.

Almodóvar, Pedro como dicen aquellos que quieren darse el pisto de tener confianza con él, no acudió a la ceremonia de los Goya. Personalmente creo que porque pasa bastante de los premios de cine patrio. Sabe que con lo cainitas que somos, se conceden más por filias y fobias de los votantes que por la calidad de los que acuden a concursar. Esas dos Españas que se dan en todos los campos de este país no pueden dejar de acudir a los Goya. Yo pienso, querido manchego, que esas bandas existen desde siempre. Incluso cuando te han dado los premios. Pero entiendo, y te apoyo, en que a una determinada edad y a una determinada altura uno ya no tiene que quedar bien con nadie. Además, en una estantería en el que hay Oscars (en plural), Césares y todo tipo de distinciones personales como Caballerías y Órdenes de Imperios, los Goya son poca cosa para lo que abultan.

Y más cuando, como tú sabes, la ceremonia sólo sirve para que este patio de vecinas critique si estás más gordo o más delgado, más alto o más bajo, si tu novio es lo suficientemente guapo o se nota que va a por tu dinero, y ver la cara que pones si no te lo dan (porque desean que no te lo den “porque no te lo vas a llevar todo”). Que bien está que seas un ganador pero no un arrasador. Aquí nos gusta tirarle piedras a las glorias nacionales y darles un baño de perdedor a los ganadores… para que no se suban mucho a la parra aunque todos sepamos que es un peral. Ya sabes: más papistas que el papa y menos españolistas que los americanos. Y si por ahí te dan palmaditas en el lomo cuando estás arriba aquí te damos collejas a poco que te descuidas. Son los mismos aquellos que te llamaban maricón cuando cantabas en el Rock-Ola y retratabas todo tipo de personajes marginales en tus películas, esos mismos, ahora te reconocen como “un maravilloso realizador que ha creado un mundo muy personal plagado de maravillosos personajes marginales…” Ya sabes, la diferencia entre el jodío moro o el respetable árabe.

Así que, yo te apoyo, no vayas. Que eso del glamour del cine español es una milonga. Que hasta la alfombra roja es verde, que el presidente de la Academia es presidenta (las cuatro últimas), que por etiqueta rigurosa algunos académicos entienden el vaquero y las zapatillas de tenis de los domingos y que las estrellas del cine español que presentan la gala son de la televisión española, que no de la Primera… Que no nos aclaramos, vamos. Eso sí, vender lo que se dice vender, que bien nos vendemos.

Si la Gala de los Oscars es una mierda presentada por Billy Cristal, la nuestra es cojonuda con Corbacho al frente. Si allí obligan a Penélope a gritar ¡¡¡¡Pedro!!!! perdiendo las formas, aquí llora con sentimiento al recoger el Goya, como debe ser. Si allí es una ceremonia larga, aquí aunque se haga larga, es mucho más corta. Y, la definitiva que cae por su propio peso: Hollywood está muy lejos y lleno de americanos… Y, ante todo, somos antiamericanos. Aunque luego nos encante salir en Miami Vice.

Este año tenía, como en la pasada edición, dos amigos nominados. Uno perdió… ¡¡¡por séptimo año consecutivo!!! Roque, tranquilo monstruo, así te ahorras el discurso de agradecimiento y el año que viene lo tienes mucho más ensayado.

El segundo era Enrique Villén. Si el año pasado le birlaron el Goya al mejor actor de reparto por su trabajo en Ninette, en esta edición ganó el premio al Mejor Cortometraje de ficción como productor y protagonista de la obra. El dice que es sólo un accidente pero muchas grandes carreras empezaron con un hecho inesperado...

Bien sabe Dios, el que está en el cielo no Billy Wilder, que ha sido la primera gran alegría del año. Es un buen augurio, aunque sólo sea porque por primera vez en mi vida he trabajado en una peli que se lleva un Goya (he diseñado el cartel). Y si el año pasado que perdió le dediqué este post ¿Por qué no he comentado hoy su victoria? Por una sola razón. Este es un país en el que, en los buenos momentos, todo el mundo acude siempre en ayuda del vencedor… así que este año no quise colocarme en primera fila para darle mi aplauso y mi abrazo. Tuvo mi sonrisa. La sonrisa cómplice de saber que el que persevera, el que hace bien su trabajo, el que no se rinde, el que lucha, termina ganando…

Sí. Ya sé que yo no creo en esas cosas, pero esa noche gracias a Enrique, por un momento, quise creerlo.

Felicidades hermano.



6 Comments:

Blogger José Antonio de Cachavera said...

Lamentándolo mucho, no coincido contigo en una cosa, Pedro, a mi Volver me pareción una película de Almodovar que ya había visto antes: la cocinilla del pueblo, los hombres malos mu malos y mu brutos, la bata de guatiné, la tía meando... No se si el mérito de la película estaba en sacar por pantalla sitios reales (casas de pueblo, habitaciones minúsculas de casas pequeñas, merenceros destartalados, etc.) o en sacar a Penélope Cruz más guapa que nunca.

Me pareció que era algo que no me interesaba y que estaba muy bien rodado. Casi ni me acuerdo del guión. Si se que en esta no salían travestís. Creo. ¿No?

Con respecto al cine español: es todo una puta falacia. Aquí se supone que, junto con la "industria" musical, debemos de proteger a sectores industriales que no son competitivos y no lo son por falta de talento y de visión empresarial. Es como si nos obligaran a seguir bebiendo en botijo, para fomentar la industria alfarera de Talavera.

El resto de sectores debemos de ser competitivos, luchar contra las multinacionales trabajando más y mejor que ellos, ya que tenemos menos dinero. Hemos tenido reconversiones industriales, ahora sufrimos "deslocalizaciones" de las pocas fábricas que nos van quedando... ¿qué hacer? Invertir más, tener gente más formada, aprender de los mejores, fomentar la iniciativa empresarial...

¿Sucede eso en el cine? ¿Si alguien quiere producir una película, tiene que competir contra las subvencionadas? ¿Por qué no podemos competir contra el cine americano, por las distribuidoras? Supongo que si, pero luego resulta que sale un Torrente y es un éxito de taquilla... También los demás tenemos que competir con los circuitos del dinero o del poder establecido... y no nos ponemos tan a los pies del Poder (hablo de D.Jesús, por favor, de pié todos, gorros fuera) como hacen los alegres muchachos del cine.

Me alegro que premien a los que hacen bien su trabajo, como a tuamigo Enrique. Pero creo que al cine le falta lo que a otros negocios en España: ganas de invertir, de trabajar, humildad para aprender, para saber que quiere el público.

Existe Bollywood porque hay un huevo de Indios. Nosotros no hemos tenido los cojones de hacernos con un público de 400 millones de personas que hablan nuestro idioma y comparten una raiz cultural común. Hemos comprado empresas allí: teléfonos, bancos, eléctricas, constructoras... pero no somos capaces de hacer un producto que sea demandado por el público hispanoamericano.

Y es una pena. Estoy de acuerdo con que la industria del cine es especial porque hablamos de un bien cultural, que influye en el pensamiento y en las costumbres de las personas; por eso es aún más penosa nuestra falta de visión sobre esto. Quizás esto lo hayan visto mejor los argentinos, que desde hace años nos venden buenas películas, que llenan las salas en España.

En fins. Viva el cine español si se dedica a hacer productos de calidad, no a reescribir la historia, a sacar a los de siempre, a copiar a los franceses o a los americanos o a quien sea... A hacer algo que nos mueva a ir al cine, coño, ¡que ahora hay un boom de presencia en salas! ¿A qué van a esperar, a que haya una crisis....?

11:18 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue said...

Mis felicitaciones a Enrique.

4:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que 9 de cada 10 neurólogos recomiendan un visionado de Tuno Negro para alimentar con fundamento nuestras famélicas neuronas, además de una pildorita de "Inocente, inocente", sin abusar, que su desternillante, inteligente y fresco humor puede ser demasiado para nuestras castigadas células cerebrales.
Vaya doble rasero, para tí caviar, y a los demás croquetas congeladas.
Más autocrítica por dios.

4:55 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Eh!!! tú...el de arriba!!!! Sisi..es que no sé cómo llamarte..porque como no tienes los ovarios/huevos de firmar con tu nombre...
Mira que me estoy metiendo donde no me llaman...,porque además el autor del post ya contestará si le apetece, pero digo yo que, están fenomenal las críticas, pero por favor, dando la cara.

5:03 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Aviso y dejo este último post porque no parezca que censuro, pero advertí que no permitiría que nadie se ocultara tras comentario anónimo sin ni siquiera dejar un pseudónimo. Parece que los cobardes tienen el campo abonado en internet pero yo no lo permitiré. Esto es un club restringido. Y al que no le guste ya sabe, hay otros muchos blogs en la red.

Acepto todas las críticas pero, ojo, igual que doy la cara exijo que el crítico tenga la valentía de darla.

Y contesto:

1. Tuno Negro es una película que costó un millón y medio de euros, serie B, y recaudó en taquilla (pese a ser estrenada en mitad de un verano) más de tres millones, más que muchas de Serie A. Se vendió a gran parte de paises de América y Asia, con lo cual debió de pasar ampliamente de los seis millones y medio de euros a repartir entre aquellos que confiaron en ese producto...

Como veo que, mi querido anónimo comunicante, te gusta tirar la piedra y esconder la mano, deberías volver a leer, y darte cuenta que en ningún caso clasifiqué a las peliculas en buenas y malas. Dije si funcionan o no, y te guste o no, querido enemigo, Tuno Negro funcionó. Porque parece ser que interesó a mucha gente que es a lo que me he referido en todo momento. Gustaría más o menos pero pasaron por taquilla. Sexta en recaudación ese año, por detrás de naderías como Los Otros, Torrente 2, Juana la Loca, Lucía y el Sexo, y El Bola. Quizá no fuimos caviar, no costamos como para serlo, pero no estuvimos precisamente en la sección de congelados. Quizá una hamburguesa, por el público al que iba dirigida, pero a ese público le gustó y mucho. Ya llegará el día, si nos dan la materia prima, de hacer platos de Ferrá Adriá. De momento, una Bacon Burger, pero oiga usted, bien hecha y en su punto…

2. En cuanto a Inocente, Inocente, lo puedo decir con orgullo: sí, tenía humor inteligente y currado como no se veía en muuuucho tiempo en televisión. De ahí su éxito. Todas las copias y contracopias que se sacaron después no funcionaron. Sus continuaciones tampoco. Cosa que no puede decirse de la mayoria de programas de ¿humor? que vemos hoy en día en nuestra parrilla. Sospecho que por su edad no se acuerda bien del programa… Además, mire usted, ganó todo tipo de premios nacionales e internacionales. Desde el TP hasta un ONDAS. Así que coincidió en este caso la crítica y el público. Apunte usted: caviar del bueno…

De cualquier manera, cobarde amigo, deberías saber que yo EN NINGUN CASO, diría que hay que ver o no POR DECRETO tal película o tal otra. Sea mía o no. Sea española o no. Que el público elija. Y si interesamos, interesamos, y si no... Chao.

No al nacionalismo incluso del que yo podría beneficiarme. Espero interesar por lo que hago no porque un ministerio le diga a mis conciudadanos que deben "elegirme" por ser de aquí.

Sin nada más que añadir, preferiría que fueras a esparcir tu mala leche por otros lares. Aquí no eres bien recibido. No por tu crítica sino por la mala intención al leer que seguramente, obedece como decía en el post a una fobia personal, tan frecuente en nuestro país.

Aquí solemos criticarnos, incluso darnos "palos" pero desde la reflexión y leyendo muy bien lo que dice el otro. Sin prejuicios y con modales ante todo.

Y la autocrítica quedará de puertas para dentro. Con ganas de construir y entre amigos entre los que usted, evidentemente, no se encuentra.

5:46 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Después de los Goya eché d emenos en todas las secciones de cultura y cine de los medios de este país al fracaso de Alatriste. Digo fracaso porque la inmensa mayoría de todas esas secciones y reputados críticos definieron a "Alatriste" como OBRA MAESTRA. Por ende, si una película definida como tal no consigue ni opta alos premios mayores d enuestro cine es que ha sido un fracaso.

Me resulta como menos, curioso.

Churno.

3:11 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home