29 noviembre, 2006

REZA LO QUE SEPAS...

“Para ti soy ateo. Para Dios, soy la fiel oposición.”

Woody Allen en “RECUERDOS” (1980)


Mi relación con Dios siempre ha sido extraña.

Digo extraña porque no sabría definir nuestra relación…

Por una parte, no soy ateo. Me niego a pensar que todo lo que nos rodea se creó de la nada y sin una razón aparente. No digo que no sea posible, a mi edad de puro incrédulo ya me creo cualquier cosa, digo que me jodería que todo fuera causa del azar o de la física. Como creador que soy, necesito pensar que todo lleva un orden, aunque a veces esté oculto, pero orden al fin y al cabo. Las obras bien hechas tienen que deberse a un plan preconcebido. Como guionista sé que tener una estructura previa es fundamental para que la creación nos quede como es debido. Porque si esto salió así por un golpe de suerte… ¿Por qué no soy capaz de conseguir yo un guión la mitad de bueno sin una sinopsis, una escaleta y una preparación minuciosa? No sería justo. ¡Que todo lo que nos rodee sea causa de la potra…! Así que un creador tiene que haber, aunque muchas veces me gustaría saber en que Universidad le dieron el título, porque vistos los resultados…

Tampoco puedo considerarme agnóstico, uno de esos señores que no niegan que exista Dios, pero que “como ciegos religiosamente hablando” no pueden verlo. Estos me fastidian especialmente. No son capaces de comprometerse con una creencia pero tampoco le echan los reaños de negarse a creer del todo. Es un nadar y guardar la ropa que para jugadores como yo, nos resulta de todo punto inaceptable. Admiro al ateo y al cristiano. Ellos se la juegan. Uno ha de apostar al rojo o al negro, o pasa o falta, no hay más… el punto intermedio es de cobardes. Si después, cuando estiremos la pata, no hay nada, los agnósticos no han perdido nada porque no se comprometieron. Y si lo hay, y un día se encuentran delante de El, seguro que basan su defensa (en el Juicio Final) en que ellos estaban convencidos de que había un ser superior, y bla bla bla. Si yo fuera Dios, estos serían los primeros en ir al infierno. O peor, los convertía en funcionarios del cielo. Sin derecho a pagas de navidad y moscosos.

En tercer lugar están los que se crean su propia religión. Mi experiencia me ha dicho que son las personas más egoístas que conozco. Habitualmente es una excusa estúpida para justificar todos sus actos y pensamientos. De ahí deriva el famoso “cristiano no practicante”, esto es, tomo de la doctrina católica lo que me interesa, me aprovecho de ella pero no sigo ningún mandato que sea complicado de seguir. Es decir, quiero ver el partido pero no pago la entrada. A estos, les digo que se esperen porque ando yo pergeñando una religión propia mezcla de la católica (que te perdona siempre hagas lo que hagas), la musulmana (que prima a los varones por encima de las mujeres) la budista (que te permite vivir miles de años y alcanzar el paraíso en la tierra), el Tantra (que fomenta encamarte con cualquiera que se te ocurra para demostrarle tu amor fraternal, algo así como el cielo por el camino del coito), el Palmar de Troya (para darle a mi religión el conveniente aire de coña andaluza y pescaito frito) y la cienciología (un necesario toque de glamour que publicite Mi culto en los medios de comunicación y que atraiga a estrellas del cine y la televisión). Todavía tengo que añadir algunas asimilaciones de extrañas creencias de Sudamérica (que incluya el consumo algún tipo de droga alucinógena) que conviertan mi religión un auténtico paraíso en la Tierra en la que Dios esté al servicio del creyente y no al revés. ¿Qué pasa? Es mi propia religión…

Y no hay que reírse. Puestos a navegar por creencias extrañas, las más raras que conozco son aquellos que en Australia han creado una religión basada en La Fuerza (sí sí, esa que se inventó George Lucas para la Guerra de las Galaxias) con sus caballeros Jedis y todo. Y una más castiza, nacida en Argentina, en la que los seguidores de Diego Armando Maradona, han inventado un culto que tiene como Dios al al Pibe cocainómano. Con una misa ad hoc incluida. De lo que no me he enterado aún es si, en vez de dar Hostias consagradas, el sacerdote reparte rayitas…

Más vale que no exista Dios, porque como realmente ande por ahí, debe pensar que estamos locos de atar.

Y yo que critico tan abiertamente las creencias de los demás… ¿en qué creo?

Mi concepción de EL se resume exactamente en un chiste : Un hijo le pregunta al padre ¿Quién es Dios? Y el padre le responde: ¿sabes esos momentos en los que estás angustiado y no sabes a quien recurrir… y entonces lo que te sale de dentro es rezarle a un ser superior, implorar su ayuda, y en suplicarle que te saque del atolladero? Bien, pues ese que te ignora… es Dios.

Os preguntaréis como me ha dado este arrebato místico. A un descreído como yo… Todo este post nació el lunes. Ese día, por la mañana, iba a mi revisión trimestral a la Ciudad Sanitaria de La Paz. Digo trimestral pero miento. Aparezco una vez al año. Como tengo esa enfermedad crónica ya comentada y he sido malo, siempre me acuerdo de Santa Bárbara cuando truena y así pienso que esta vez es cuando me dirán que todo va mal, que me han encontrado no se qué en una de esas innumerables pruebas que me hacen y que empiece a prepararme para lo peor. O no. No me lo dirán pero yo se lo notaré en los ojos. Lo cual será aún peor… Pero siempre pienso que a partir de ese día todo irá hacia abajo.

En estas diatribas me veo yendo en el metro la mañana que me toca y es entonces, sólo entonces, cuando me convenzo de que debería rezar. Como no tengo un dios reconocido, resulta terriblemente complicado hablar con él, o pedirle, o rogarle. Así que, termino desistiendo, y pensando que si el fatal desenlace llega este año pues que ya nos veremos cara a cara el creador y yo, y cuando me toque darle explicaciones, pues… “Ya pensaré algo” que decía Indiana Jones.

Así que ahí estoy , en un vagón casi completamente vacío, absolutamente propicio para una aparición mística, una visión mariana, o una conversión a la manera de Pablo de Tarso, algo que me permita ver la luz y convertirme… he deseado. Pero nada. Sólo escuché una música...

En mis oídos sonaba, gracias al mp3, el último disco de Los Beatles, LOVE. Me he descubierto cantándolo en bajini. Como llevo el pelo largo, la mujer que tenía enfrente, no se ha dado cuenta de que llevaba los cascos puestos, me ha mirado y se ha santiguado, pensando que yo rezaba. Y creo que es verdad. Iba rezando. A esos cuatro tíos de Liverpool en los que creo desde que tenía ocho años, y que me han regalado una canción cada vez que me encontraba mal, que me encontraba solo, o que no me encontraba… y cantando sus canciones me he sentido mejor, me han levantado la moral, he conseguido creer en la vida… quizá porque ellos han sido mi auténtica religión. Una creencia que se compone de cientos de oraciones… A cual más hermosa.

Yo, personalmente, no encuentro muchas diferencias entre el mensaje del Padre Nuestro y All you need is love: Ama a tus semejantes y no jorobes al de enfrente.



45 D.D. (Año 45 Después de Diego)

26 Comments:

Blogger Pedro Luis Barbero said...

Utilizo este primer comentario a modo de "estrambote".

Por si pensábais que era coña lo de las religiones de las que hablo, os aseguro que es absolutamente cierto. La foto de la Iglesia Maradoniana está sacada de su web que hacía tiempo que sabía que existía. Os dejo algunas perlas de ellas:

La historia

La historia se remonta al 30 de octubre de 1998, cuando Hernán Amez y Héctor Campomar comenzaron como una broma a festejar la navidad el día del nacimiento de Diego Armando Maradona. A la noche se sumó Alejandro Verón, al año siguiente Federico Canepa. Estos cuatro rosarinos "inventaron" una nueva religión, el culto a la persona de un jugador de fútbol. El culto ya tiene más de 20 mil feligreses en todo el mundo. 1961 es el año 1 DD (Después de Diego) y marca el comienzo de la era Maradoniana.

Los diez mandamientos

1. La pelota no se mancha, como dijo D10s en su homenaje.
2. Amar al fútbol por sobre todas las cosas.
3. Declarar tu amor incondicional por Diego y el buen fútbol.
4. Defender la camiseta argentina, respetando a la gente.
5. Difundir los milagros del Diego en todo el universo.
6. Honrar los templos donde predicó y sus mantos sagrados.
7. No proclamar a Diego en nombre de un único club.
8. Predicar siempre los principios de la Iglesia Maradoniana.
9. Llevar Diego como segundo nombre y ponérselo a tu hijo.
10. No ser cabeza de termo y que no se te escape la tortuga.

El Diego nuestro

"Diego nuestro que estas en las canchas. Santificada sea tu zurda, venga a nosotros tu futbol. Hagase tu calidad tanto en el cielo como en la tierra. Danos hoy los goles de cada dia, perdona nuestras patadas, como nosotros perdonamos la mafia napolitana, no nos dejes en la tentación de manchar la pelota y libranos de Havelange." Amen.

En cuanto a la religión Jedi-ista, (llamada jediismo) podeis conocerla en:

http://www.thejediismway.org/

Lo más increíble es que unos y otros "creen".

Un saludo.

10:02 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue said...

Es que al final todo se resume en eso y parece ser que es lo que más nos cuesta.

9:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo también encuentro siempre consuelo, o desconsuelo, en la música...y en las letras...pero lo que a mí de verdad me levanta el ánimo es bailar...aunque claro, en el metro no es lo suyo.

Besos

10:06 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenas a todos!

No sé si habrá algo después de esto, lo que si tenemos seguro es este presente (que repercutirá en un futuro y que es fruto de un pasado). Así que yo creo en las personas, en la buena gente que he tenido el placer de conocer, en la gente que vive y deja vivir, no en la mala gente que solo quiere putear con tanta envidia.
Así que mi religión se basa en las personas que me acompañan de cerca y de lejos, en este selva de la vida. Personas que como tú Pedro, hacen que la vida sea más entretenida.

Un abrazo a todos

Imma.

10:47 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre he creído que la religión es necesaria para el ser humano: nacer, vivir y saber que eso terminará álgún día, que no volveremos a ver a quienes queremos y que no existiremos es una putada muy gorda. Yo no oculto mi grna miedo a la muerte (tanto mía como ajena) hasta el punto de querer creerme las historias rocambolescas que se cuentan en algunos programas de tv como, por ejemplo, cuarto milenio. A veces deseo que se me presente algún fantasma para cerciorarme de que sí existe algo al otro lado y así seguir viviendo de alguna manera u otra. Hasta el día de hoy no se ha producido ningún hecho extraño y mi esperanza de que exista un "otro lado" se va debilitando. "La religión es el opio del pueblo" dijo alguien y quién no se ha fumado un porro alguna vez.

10:48 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Empezaré por tu final: desde los diez años están en mi vida los Beatles. Digo bien, están. O son parte de mi vida, porque yo no concibo la vida sin música. Como quiera que soy el menor de tres hermanos, escuchaba los discos que ponían en el tocadiscos de nuestra casa. Ah, qué tiempos aquellos de los vinilos y los tocatas antiguos...
Ya digo, con diez años escuché por primera vez a los beatles y no me han abandonado. Recuerdo perfectamente un día del año 1980(después de cristo): mi hermano Jose se levantaba antes que yo, ya que entraba en nuestro colegio una hora antes ( a la sazón él estaba en COU y yo andaría por octavo de EGB). Cuando fui al salón me había dejado una nota, que decía: han asesinado a John Lennon. Había escuchado la noticia en nuestra vieja radio del salón.
Después empecé a escuchar (siempre a través de mis hermanos) a los grandes grupos de los 70: Pink Floyd, Genesis, Led Zeppelin y mis adorados Yes. Y ahí sigo instalado.
Mi relación con la música se resume en una palabra: pasión.
Me entristece ver que mi sobrina de 11 años, a la que le encanta la música y cantar, sólo escucha música perfectamente prescindible. Comida para cerdos, como la define un amigo que vive la música con más intensidad que yo si cabe.
Respecto al tema principal de tu entrada, querido Pedro, he de decir lo siguiente: yo soy creyente, sin más adjetivo. Que una persona con máxima inteligencia y cultura como Julián Marías se declarara profundamente creyente es un alivio. Eso si, admiro a quien se proclama ateo y sabe prescindir del misterio que supone la religión. Recuerdo que siendo niño vi en el cementerio civil de Madrid una tumba con una columna truncada y la siguiente inscripción: después de esto, nada.
La vida es frágil y nosotros perecederos, asi que algunos necesitamos "algo" por encima de los cacharros electrónicos que nos rodean. Claro está, una cosa es la creencia íntima de cada cual y otra cosa la Iglesia oficial y sus empanadas. Pero una prueba objetiva de que dios debe de existir es que hay personas como sintagma in blue.
Estudíe todos mis años (de párvulos a Cou) en un colegio de agustinos. San Agustín decía: Ama et quod vis fact (Ama y haz lo que quieras). Pues eso...
Creo firmamente en que aquellas personas que han hecho el bien en este valle de lágrimas tienen su recompensa en la esfera de lo trascendente.
Os diré algo muy íntimo: yo no suelo rezar, pero en esos momentos de fragilidad, desorientación o miedo ante algo que me preocupa pido ayuda a mis seres queridos que están ya fallecidos: tengo pruebas objetivas de que me han ayudado desde los lugares infinitos en que estén. Llevo a mi cuello una medalla que llevaba mi padre: la toco cuando necesito su ayuda...
Enrique

11:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Recuerdo que mi madre me dijo que había perdido el brillo en los ojos...sólo tenía 16 años, y a ella le acababan de diagnosticar un tumor cerebral...nunca recé, sólo me ayudó pensar que tenía que ser fuerte porque mi padre y hermanos me necesitaban...y así he tirado siempre...dejándome llevar porque lo que tenga que ser será...por muchas oraciones que se recen...:el destino

12:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Como encabezamiento hay una frase de Woody allen que también vendría al pelo d elo que expones: "¡Ojalá Dios me diera una clara señal! Como hacer un gran depósito a mi nombre en un banco suizo."

Por cierto, no estoy de acuerdo con el autor del blog, así que en cuanto tenga tiempo le voy a dar cumplida contestación... si Dios quiere.

Churno

3:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo soy creyente.

Católico practicante.


Supongo que una especie en peligo de extinción en el mundo occidental.

Creo que Dios existe y que Jesucristo también es Dios y que estuvo aquí, entre nosotros, para enseñarnos que demonios es Dios (con perdón por la contradicción) y como hacer para encontrarnos con él.

Es la fe que me enseñaron de pequeñito y en la que he ido profundizando -con muchas idas y venidas, como todo en la vida- con el tiempo.

Primero era una fe de niño: quería morirme cuando salía el domingo de misa para ir al cielo directamente.

Luego fué una lucha entre la fe y mi propia rebeldía; incluso entre lo que me enseñaron y mi propio cuerpo, que tenía más hormonas de las que le cabían.

Después fué un intento de aproximación intelectual a la fe. Creo que fué el más inútil de todos.

Después ha sido el entender lo que es un "acto de fé": Creo, y creo porque quiero creer. Pero esto ha sido imposible sin todo lo anterior.

Cuanta más física estudié -y estudié una jartá- más me di cuenta de la perfecta organización que presenta el universo: las ecuaciones fundamentales de TODOS los fenómenos de la física son exactamente iguales, como si "alguien" hubiese cogido un patrón -absolutamente perfecto- para diseñar el universo, ya que todos los fenómenos físicos, por muy diferentes que sean, se rigen por una misma lógica. Algunos dicen que Dios es esa lógica. No sé.

Estudiando el origen del universo, me pasó lo mismo: me es imposible entender nada -por muchas vueltas que le de- sin la existencia de "algo" anterior al tiempo y fuera de él que haya intervenido en su origen.

Esto puede ser importante, pero no es lo más importante.

Otros, ven a Dios en la belleza en el mundo, como Juan Ramón contemplando a una rosa y diciéndole a Dios "¡No me chilles!", al ver en la perfección inaudita de la rosa la presencia de Dios.

Para mí lo más importante fué entender, asumir, digerir, que Dios es Amor. Amor en estado puro. Todo el Amor. Y que sólo el amor nos lleva a Dios.

Para mí,la vida es una preparación -deliciosa y/o amarga, dependiendo del día- para el encuentro con Dios, el que está fuera del tiempo y es dueño de él. Y que sólo con el alma preparada para ese encuentro lo podremos alcanzar. Esa preparación se basa en crecer en amor. Nada más. Y nada menos.

Para mi la oración es una forma de comunicación de ese amor. Es, hacer gimnasia con el alma. Y hay más formas de oración, pero quizás la más importante, es la de los actos, que si no están movidos por el amor son tan inútiles como escribir sobre el agua.

Tengo presente la presencia de Dios; y esa presencia me lleva a constatar su existencia. Sólo así puedo creer en que los que se fueron, siguen existiendo; si no fuese así, no serían más que montañas de polvo en el desván de la historia. Nada.

Y me parece cada uno de nosotros somos tan únicos, tan irrepetibles, tan importantes, que esto no puede ser fruto de una imposible sucesión infinita de sucesos infinitamente improbables, que, como todos sabemos, tienen una probabilidad de existencia de CERO. Eso sería el azar.

Y ya puestos a creer, pues coño, a creer en una franquicia ya consolidada, como la Iglesia Católica, que lleva unos milenios ya funcionando y tiene sucursales por todo el mundo.

4:11 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por cierto, que, releyéndome, veo que la cosa ha queado como muy metafísica/lógica/existencial o algo así.

Y es algo más fácil de explicar, veréis.

Ser cristiano, es estar loco. Es experimentar la última locura del mundo. La última aventura de este mundo. La única que realmente, vale la pena.

Es creer que tienes que dar todo, dar hasta que duela, como decía la Madre Teresa.

Es pensar que lo más importante son las bienaventuranzas el sermon de la montaña; al final, de las tablas de la ley, Jesucristo hizo un esquema-resumen, sin tanto rollo y tanta prohibición, para no olvidar lo importante: Amar a Dios sobre todas las cosas (que es de imposible contraargumentación, por la misma naturaleza de Dios, ¿cómo no va uno a amar por encima de todo al Amor?) y a los demás COMO A UNO MISMO (y esto es la mayor locura... y la que explica todo lo demás).

Hay que estar bastante loco para pensar que uno tiene que hacer el bien aunque te hagan todo el mal que puedan.

Hay que estar bastante zumbao para pensar que el que sirve, el más pobre, el más humilde, el más niño, es el más querido por Dios.

Hay que tener una notable falta de tornillería para estar convencido de que a pesar de todo lo que hagamos, Dios es padre, y como todos los padres, ¡sólo quiere que le queramos!. No sé a vosotros, pero a mi se me saltan las lágrimas cada vez que leo la parábola del hijo pródigo.


Hay que estar un poco majara para pensar que más vale una puta arrepentida que un rey pagado de si mismo. Véase Juan 8 y reléase el episodio de la mujer adúltera. El "Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra" sólo puede decirlo Dios.

Hay que ser un poco lelo para querer ser siempre un niño en el amor a Dios y a los demás.

Hay que perder el juicio para pensar que todos nuestros sufrimientos y nuestras desgracias son alimentos del espíritu y que sirven para estar más cerca de Dios.

Hay que estar un poco demente para pensar que el amor/agapé requiere de la exclusividad para que sea auténtico, para que tenga valor a los ojos de Dios. Sólo se puede entender si se considera parte del Amor.

Y, a pesar de todo lo anterior... la fe nos permite ver esto, pero como se ven la cosas detrás de un cristal traslúcido, que adivinamos los contornos, pero no lo vemos claro.

Por eso es tan difícil ser cristiano, porque, realmente, no vemos, nítidamente, que todo lo que nos pide Dios, es que estemos locos de amor.

6:16 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me gustarìa pensar que cuanto hacemos en esta vida, deja su pequeña impronta en la eternidad, como dijo Maximo el Gladiador.
Si no es asi, pues tampoco es tan malo. Me basta con saber, que lo poco bueno que haga ha servido para algo util y digno, aunque sea en una fraccion espacio-temporal infinitamente pequeña.
Siempre he pensado que la religiòn es algo que tiene mucho que ver con el interior del ser humano y com dijo tambien un caballero cruzado en la pelicula El Reino de los Cielos: "yo no creo en la fe; en nombre de la fe, miles de fanaticos de distintas concepciones han exterminado a otros muchos miles de hombres y mujeres; la fe no te convierte en bueno; son sus buenos actos los que convierten a los hombres en buenos". Quizas èsta deberìa ser la verdadera fe.
En cualquier caso, paciencia, a todos nos llegara la hora de saber si existe o no un Dios.
Y ya que el autor del blog nos ha contado un chiste, pues hay va otro y es que como le dijo un seguidor a uno de los discipulos de Jesus cuando les estaba adoctrinando: Joder, paciencia. Paciencia, lo que es paciencia, la de Getsemany, que le pisotearon el huerto varios cientos de personas en unas horas y sin derecho a reclamaciòn alguna".

12:00 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Habla un cobarde:
Efectivamente, no niego que exista Dios, pero tampoco creo en su existencia. Se le puede llamar agnosticismo o se le puede llamar indiferencia. También se le puede llamar cobardía, como hemos visto :) Estoy abierto a críticas, insultos y/o apaleamientos.
No me posiciono porque no me convencen ninguna de las dos posiciones. Aún tengo toda la vida para decidirme. Y parte de la siguiente, si la hay. Pero como decía el sabio, en el medio está la virtud. Y un cobarde virtuoso es menos cobarde. En cualquier caso, todo el mundo alberga grandes dudas, y en su fuero interno, todos son un poco agnósticos. Y el religioso a la hora de morir le entran las dudas. Y si no existe nada?y si he desperdiciado la vida?Y la familia le tiene que consolar. No te angusties ahora por eso que para lo que te queda no nos vas a venir ahora con esas dudas metafísicas. Y no sucede igual con el ateo?Cuántos en el último momento no piden un confesor y rezan todo lo que saben (que en muchos casos es bastante)? Al final cada uno cree en lo que quiere, y todo el mundo cree en un Dios diferente, porque el hombre hizo a Dios a su imagen y semejanza. Dime en qué Dios crees y te diré quién eres. Es verdad que el mundo es caótico y con una estructura más disparatada que todos mis guiones juntos, pero quizá Dios no sea perfecto. A lo mejor es un gran dialoguista.
En definitiva, creer o no creer. esa es la cuestión. Pero sin fanatismos. No es la duda la base de toda la sabiduría? Lo dudo mucho.

8:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me ha llamado especialmente un comentario: el de Sugrañes que me parece verborrea vacía. Quien cree, no duda al final de su vida, además, ¿cuántas veces ha estado nuestro amigo al borde de la muerte como para saber si dudar o no hacerlo?. La familia no te puede consolar porque, según su teoría, también duda y en ese momento lo que quieres es que el moribundo no sufra y, a tí mismo, te duele mucho su pérdida y dirás cualquier cosa menos explicarle la existencia o no de Dios. Al borde de la muerte no te conviertes en un metafísico ni en un predicador, sólo vives el momento en el que alguien querido se te está yendo.
¿Dios es un gran dialoguista?, ¿entonces no nos creo pero hablamos como él?, cuando le digo a mi marido que le quiero, ¿es Dios quien le quiere o quiere que yo le diga que le quiero?. Esto último sí me ha creado dudas.
No es necesario posicionarse: creer o no creer. A lo largo de la vida pueden acaecer hechos que te hagan posicionarte a un lado o a otro, por no hablar de la cultura familiar o la sociedad en la que te mueves o tu propia experiencia y sabiduría. Creer en una música es tan loable como creer en un Dios o en un director de cine o en un pintor o escultor. Todo ello te toca la sensibilidad. Es arte y lo interiorizamos y está en contacto con nuestro yo más íntimo. Lo importante es que cuando escuchas esa música te haga sentir agusto contigo mismo, seguro, feliz, vamos, de puta madre.

11:37 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

en esa música discrepo completamente Pedro: Yo oigo Alan Parsons Projet jejejeje

churno

10:03 a. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Interesantes reflexiones de todos. No pensaba yo que iba a dar para tanto mis miedos "metriles". Pensé llevarlo por el tema de la coña y de que, el ser humano, cree en las cosas más inverosímiles... En cualquier caso, este blog lo hacen todos aquellos que se animan a escribir y a reflexionar. Yo, como ya dije en alguna ocasión, solo soy la mecha...

Bienvenida a un nuevo miembro, Ender que, desde luego, tiene una fe inquebrantable (y lo digo sin coña).

Quizá eso es lo único que hace falta Fe: pero como él decía no es algo que se pueda sistematizar. O se tiene o no se tiene.

Y yo no discrepo contigo Churno. Alan Parsons también es una buena "religión". :-)

Un saludo a todos.

7:34 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Alguna cosilla sobre los comentarios:

- Sugrañes: eso de que uno puede decidirse en esta vida y parte de la siguiente... es un poco contradictorio. Sólo si Dios existe hay vida eterna; si no, como decía San Pablo, los creyentes somos los más desgraciados del mundo y vana es nuestra fe. En esto no hay medias tintas: no existen los "espíritus", "fantasmas" etc. Si existe algo más alla de lo tangible, de lo experimentable, es porque existe Dios. Si existe el alma de cada hombre, es porque existe Dios. Si hay vida eterna, es porque existe Dios.

Y si Dios existe, sólo puede ser "el que Es", es decir, el que tiene como cualidad Ser, y, por tanto, es eterno y está fuera del tiempo. Y esto nos lleva a la formulación de la naturaleza de Dios clásica en la doctrina cristiana.

- mistril: no se exactamente que es eso de creer en la música o en un director de cine. Uno puede admirar a, ser partidario de, o incluso un fanático de.... quien sea. Pero eso no va más allá de una afición o incluso, de una pasión. Los Rolling no son una religión, aunque algunos los tengan por dioses.

Sobre posicionarse: eso es precisamente la fe. Si tienes fe, o si quieres tenerla, te tienes que posicionar; otro tipo de planteamientos son infantiles o abúlicos: "creo que hay "algo" pero me da pereza pensar en ello, porque además veo que si lo pienso, me voy a tener que definir y esto va a hacer mi vida mucho más incómoda..."

También hay gente que, no "sintiendo" la fe, viven como si la tuvieran con la esperanza de que, teniendo el terreno abonado, en algún momento florezca la semilla. Además, como decía Rutherford (premio nóbel de física), lo más inteligente en el mundo es, se tenga o no se tenga fe, vivir como un cristiano, porque es la mejor forma de vivir y de entender el mundo.

- Churno: yo, a veces, para acercarme a Dios, escucho una canción que empieza diciendo "Que es lo que siento, que no cabe en un verso...."

- Pedro: esta Navidad, escucha villancicos con tus hijos; vete a ver los belenes, donde tú sabes. Vuelve a ser un niño. No te prives.

Saludos

9:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo soy ateo hace mucho tiempo.

La verdad es que antes era un “ateo cabreado”, por decirlo de alguna manera. No creía en nada y quería creer. Pero ahora ya no, simplemente soy ateo, creo que no han nada más que esto y ya no estoy cabreado. Algo triste a veces, pero no cabreado.

Pienso que esto de la fe es simplemente creerse o no algo que te cuenta alguien, alguien a quien se lo ha contado otra persona, y a ésta otra anterior, y así hasta el individuo que tuvo la “revelación”. Cuesta lo mismo decir “si creo” o “no creo” (falso, lo mismo no, pero el resultado es muy parecido),

Una cosa en la que estoy muy de acuerdo con el señor Barbero es en esta fe de nuevo cuño, estas religiones a la carta: “yo soy Católico, pero follo como un conejo porque eso de la castidad es una milonga de los curas…” coño, pues no seas Católico, es así de fácil. Esto es un ejemplo tonto, lo sé, lo que quiero decir que las religiones a medida son un fenómeno de nuestro tiempo que a mí me irritan bastante.

Y nada más, para despedirme en el tono musical que tiene este post, me quedaré con la frase que aparece en la contraportada de ese excepcional disco de los ingleses Jethro Tull: Aqualung (en la versión en vinilo, no en las monstruosidades que se han hecho en reediciones en CD etc…) Allí se parafrasea el Génesis, y en la primera frase creo que define con claridad los que son para mí las religiones y credos. Dice:

“En el principio fue el Hombre. Y el Hombre creó a Dios a su imagen y semejanza”

11:02 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Esto, sin duda, es una bonita frase, Hal y resume muchas cosas. Algunas de ellas, muy claras: los anhelos del hombre por trascender, la necesidad de algunos chamanes de encontrar una instrumento de poder, etc.

Pero no da respuesta a los planteamientos últimos de la vida y la existencia, el eterno quienes somos, de donde venimos y a donde vamos..., que hay después de la muerte, cómo se creó el universo, quien fué Jesucristo, y sobre todo... ¿Dios existe para mí porque necesito que exista o, símplemente existe y yo necesito conocerle? ¿Mi necesidad de Dios es una debilidad de mi condición de hombre o es el reconocimiento de mi naturaleza a su existencia? ¿Si el hombre creó a Dios, quien creó al hombre?

La respuesta más fácil, a pesar de lo que se pueda pensar, no es decirse "Hala, pues Dios existe y con eso explico todo" porque esa respuesta, como he dicho más arriba, trae consigo muchas más cosas.

11:23 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jethro Tull, si señor!!
Con Ian Anderson a la flauta y en el liderazgo, han sido uno de los grupos de rock sinfónico/progresivo más importantes de la historia del rock. En su caso, con una parte folk.
Discos como Aqualung, Thick as a Brick, Minstrel in the Gallery, The Broadsword and the Beast y tantos otros forman parte de la historia del rock en sus páginas doradas.
Cuanta imaginación y buena música en todos esos grandes grupos de los 70.
Aqualung my friend...
Enrique

5:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ender, el problema de esas preguntas que planteas, preguntas que buscan un sentido a la existencia, es que nacen de la causalidad que nos rodea, y eso es una percepción humana.

Es cierto que en el universo las cosas ocurren por una causa, sucesos que generan otros sucesos, pero el hombre va un paso más allá y busca una voluntariedad en las cosas, Como todos los actos de mi vida son frutos de mis capacidad volitiva, pienso que así es toda la realidad. Yo escribo este mensaje porque quiero, de modo que si existo en el mundo es porque alguien lo quiso.

De ahí mi cita de Jethro Tull (por cierto Enrique, totalmente de acuerdo contigo excepto en incluir entre sus grandes discos Broadword and the Beast. Es cierto que Anderson no ha hecho casi ningún trabajo malo, pero el que citas a mi me parece una obra menor. Claro que es cuestión de gustos): el hombre necesita crear una entidad superior, con voluntad a su imagen, para que sea quien decida crear el universo, porque le es insoportable el pensar que nuestra existencia es el fruto de una muy afortunada evolución en una rincón insignificante del universo.

Pero para entender el cosmos y la vida, no es necesario que exista trascendencia alguna. El buscar sentido a la vida es una construcción del ser humano. Ya no digo que las religiones no te lo puedan dar, digo que ni siquiera es necesario que hay algún sentido.

8:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Lo que planteas, Hal, es el quid de la cuestión: según tú, la creencia en la existencia de Dios parte de la NECESIDAD del hombre de creer en algo y, por eso, el hombre se inventa una lógica, una religión, un sentido a su existencia.

Lo que yo digo, es que la existencia de Dios es independiente de la existencia del hombre.

La lógica del orden del universo es independiente de que el hombre exista o no. El orden, la similitud de las leyes físicas, son anteriores a que el hombre las estudiara y las comprendiera.

La voluntad de Dios es visible aunque el hombre no lo sepa. Verás: sólo hace muy poco tiempo, el hombre ha sido capaz de estudiar qué sucedión en el origen del universo. Por lo que sabemos, y es comúnmente aceptado, todo pasó por un momento en que el universo tenía una masa infinita y un volumen cero. El estallido y la expansión posterior de ese punto de masa infinita dió lugar al universo: es el famoso "Big Bang".

Si estudias los primeros nanosegundos de este fenómeno, no puedes entender, salvo intervención externa, que las cosas sucedieran como han sucedido. Si en el exterior está el vacío, la nada, necesariamente el resultado de esta gran explosión tendría que dar lugar a una expansión simérica de las partículas originadas.

Pero, inexplicablemente, se produjeron modificaciones en las trayectorias, asimetrías que -por no alargar mucho la explicación- son las que originan, con el paso del tiempo, la posibilidad de formación de elementos compuestos, distintos del hidrógeno -el más simple de los elementos. Estas asimetrías son las que posibilitan, millones de años después, la formación de los planetas de distinta composición química, de distintas atmósferas, etc.

Sólo una increíble sucesión de "causalidades" hace posible la existencia de un planeta de las características de la Tierra, con su delicado equilibrio y su atmósfera de oxígeno e hidrógeno, que basa su crecimiento y la existencia de vida en la combinación de cadenas de carbono. Que estemos hechos de carbono - y no de sílice, por ejemplo- hace que podamos tener una química tan compleja y desarrollada, porque el carbono tiene cuatro enlaces simétricos muy activos, lo que posibilita la existencia de seres complejos, como lo que existimos en la Tierra.

Digamos que para el universo, es mucho más fácil la existencia de planetas basados en combinaciones de nitrógeno y atmósferas de NH3. La Tierra es una rara excepción.

La posibilidad de la existencia de la Tierra, si hubiera habido una expansión simétrica de los fragmentos de la explosión del Big Bang, hubiera sido nula. Cero.

Yo entiendo la creación como el orden creado por Dios, que se manifiesta en las leyes físicas, y, además, en su intervención externa modificando sus propias leyes para conseguir una finalidad: el Universo tal como lo conocemos.
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Anque todo esto, que es muy bonito y muy interesante, no responde a lo fundamental: ¿quién o qué dió origen al estado de masa infinita y volumen cero del universo? ¿Por qué estaba ahí y por qué tuvo lugar el Big Bang que origina el principio del tiempo? ¿Quién o qué es anterior al tiempo y está fuera de él, ya que tiene la capacidad de haber originado ese estado del universo que da origen al tiempo?

La respuesta no responde a mi necesidad de obtener respuestas. La respuesta es el resultado a una búsqueda, independientemente de que yo quiera obtener respuestas. Esa es la diferencia fundamental entre lo que tú y yo pensamos: tú crees que yo me fabrico mis respuestas para quedarme más o menos tranquilo. Yo, creo que encuentro las respuestas porque me pregunto por las cosas, independientemente de lo que pueda encontrarme.

9:13 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

De todas formas, como dije más arriba, esto es parte de la aproximación "intelectual" a la fe. Que, como ya señalé, no fué, ni mucho menos, la más importante.

Pero, sin duda, como supongo que os sucede a todos vosotros, me es imposible aceptar las cosas que no entiendo o que, al menos, no intuyo. Hay otras cosas que me llevan a creer en Dios, pero no serían definitivas si hubiera una contradicción entre ellas y lo que me dice la razón y mi formación.

12:05 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

El problemo que veo yo al acercamiento racional o intelectual hacia Dios es el "salto cuántico" que dan siempre, o casi siempre, los creyentes al hacer esta aproximación. Me explico:

Tenemos el Big Bang, pega un "esplotío" e inexplicablemente no se produce una expansión simétrica. Por tanto existe Dios... a mí es aquí donde me da la sensación que me he perdido algo. Si es inexplicable.... pues es inexplicable, al menos de momento. Esto de que lo inexplicable sea porque ahí está la interviención divina...

La Tierra tiene atmosfera basada en oxígeno y nitrógeno en vez de amoniaco que es lo más normal (hombre, puede, pero el universo es tela de grande... el suponer que no hay otro planeta parecido, esmucho suponer)... y entonces damos el "salto cuántico" al que me refería y decimos que ese carácter excepcional de la Tierra es voluntad divina. Sigo sin ver claro ese razonamiento..

Me da a mi la sensación, que esta búsqueda racionalista de Dios parte de idéas preconcebidas. Quiero decir que normalmente, se trata de creyentes de profunda fe que tratan de acomodar los hechos a sus creencias.

En cuanto a otro tipo de aproximaciones más espirituales, ahí ya no me meto. Cuando es cuestión de creer o no, como ya dije, eso es asunto de cada cual.

8:20 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Gran frase la de los Tull, Hal. Me la apunto.

En cuanto a la disquisición de Ender sólo puedo contestarle con los que decía Groucho sobre el matrimonio. "El matrimonio es como un traje. Hay a gente que le sienta bien a la primera, como mi hermano Harpo, y otros que nos hemos casado cinco veces y aún no he encontrado el que me siente perfecto". Así es la fe, o te sienta bien o no... y por muchos arreglos "de sastreria" que le hagas no hay manera. O te sienta, o no te sienta.

Yo, por el momento, soy como Groucho. Aunque también soy consciente que, como decía mi padre, la religión es un club al que se va apuntando mucha gente según ve aproximarse su última hora... por aquello del "por si acaso".

Saludos.

10:21 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Algunos comentarios

Como ya dije más arriba, Hal, las respuestas a las que respondo: "Dios", no son las del creyente que quiere tener una respuesta predefinida.

A la pregunta de ¿quién, fuera del Big Bang pudo influir para que la expansión no fuera simétrica? Tú puedes decir: no se, pero la Ciencia lo descubrirá, aunque seguro que Dios no. Yo digo: no se, pero si hay algo o alguien que puede hacer eso, lo podemos llamar Dios, Alá o Papichulo, pero es algo/alguien, anterior al tiempo, con poder suficiente y voluntad para hacerlo.

Ante la pregunta ¿y quien hizo la peaso de cosa esta del punto de masa infinita y volumen cero origen del big bang? Tú puedes responder más o menos lo mismo, y yo igual.

Y así podemos seguir con bastantes cosas mas, sobre las preguntas que el hombre se lleva haciendo desde el origen de los tiempos, a la luz de una hoguera, cuando se enfrenta con la muerte, cuando mira al mar....

A ver si va a ser que tú piensas que yo cuando digo que Dios hizo eso, me refiero a un señor mayor, con barba blanca, que lleva túnicas, está pintado en los techos de las Iglesias y aparece como volando, rodeado de niños pequeños gorditos con alitas.

Y no. El concepto de Dios que tengo es un poco más elaborado, no se, más definido por sus propias características: eterno, omnipotente, que posee como esencia el ser, etc.

Y esto, sigue sin ser una respuesta preconcebida. Es que si no es así, ¿cómo es?

Más preconcebido me parece la respuesta: No se, pero Dios no, seguro. Dios no existe ni de coña. ¡Yo no lo he visto!
_____________________________________

Con respecto a los trajes de Pedrulis:

Es una frase genial, como muchas de Groucho, pero su aplicación a esto es, ¿como decirlo?, inapropiada.

Un traje es algo externo, impuesto, estático. La fe es interior, buscada o donada, dinámica.


Se puede tener fe y vivir como si no se tuviera (esto es de tontos).

Se puede no tener fe y no tener el menor interés en tenerla. Esto, al menos, demuestra pereza por las cosas importantes de la vida.

Y se puede no tener fe, buscarla ardientemente, como se busca el saber en la literatura, la música, etc. Y no encontrarla. Esto es jodido y muy valioso. Y creo que, para Dios, es igual de válida esta postura que la de tener fe.

Porque buscar la fe, como buscar la santidad, es un proceso dinámico, un camino continuo y, en hacer el camino, cada día, está la clave en el crecimiento en el amor que, a fin de cuentas, es lo único importante.

Al menos, para Dios. Ése, que dije al principio, el eterno, omnipotente, omnipresente, que tiene en su esencia el ser y, por tanto, el amor.

11:30 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No sé, Ender, sigo sin ver el razonamiento.

Sólo para definir posturas. A al pregunta: ¿quién, fuera del Big Bang pudo influir para que la expansión no fuera simétrica?, mi respuesta es: No lo sé, la ciencia lo descubrirá... o no. No tengo una fé absoluta en la ciencia, espero que me de respuestas, pero puede que no, no lo sé.

Lo que no entiendo es que la respuesta sea que si hay algo que forzó la espansión a no ser simetris, ese algo es Dios. ¿Por qué? Y entiendo perfectamente que no hablas de un Dios de cuadro de Miguel Angel, pero no veo que el que el big bang sea como es indique que hay un demiurgo, eterno, omnipotente y que en esencia es amor... es que, repito, me cuesta pensar que eso sea lo que se deduce y no lo que se quiere deducir.

Te diré más, el problema es que no entiendo que detras de el big bang (y no olvidemos que aunque muy aceptado, no es más que un modelo, y el único problema es que la dinamica aplicable a ese modelo nonos explica todo... pero tampoco lo hacía Newton con sus tres leyes...), hay una volutad y que esa voluntad pertenece a un ser, cuya esencia es ser. Ahí es donde me parece que entra la eterna necesidad de causalidad del hombre. No soportamos la existencia sin que todo tenga un motivo...

12:39 p. m.  

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