28 octubre, 2006

LA CASA DE LAS GRANDES PREGUNTAS

" ¿Sabes? Muchos creen que hay preguntas dificiles....
Yo no... hay respuestas para todas."


M. Schwahn, M. Hyman y Jon Zack en "THE PERFECT SCORE" (2004)








Se han abierto las puertas al público un edificio singular que fue encontrado entre las ruinas de Pompeya y cuya existencia ha sido ocultada a la gente durante décadas. Como estudiamos hace muchos años, esta mítica ciudad fue destruida por una erupción volcánica en el año 79 a.C. y estuvo sepultada, escondida a los ojos de los hombres, durante más de 1.600 años. Los restos del resto de la urbe, no es redundancia así que vale más que nunca, ya habían sido expuestos hace bastante tiempo. Recuerdo lo que me impactaron de niño esas figuras congeladas en el tiempo, cubiertas de ceniza, paradas como actores en el dvd de Dios.


Sin embargo, este edificio se había mantenido oculto… Nadie conocía su existencia. Los trabajos de restauración del mismo debían ser minuciosos antes de ser presentados sus secretos a la Humanidad. Leo la noticia y crece mi interés. ¿Qué podía guardar semejante construcción? ¿Por qué han sido escondidos sus misterios con tanto ahínco? ¿Por qué no presentarlo al mundo hasta haber cuidado con milimétrico mimo cada uno de sus rincones?

Sigo leyendo y cada vez estoy más seguro de que se trata de algún tipo de arquitectura mortuoria en el que se han encontrado restos de una antigua civilización más avanzada. Tumbas de antiguos jerifaltes que tenían tratos con extraterrestres. Como los egipcios pero en plan europeo. En sus paredes, como en un comic arcaico, se contaría con todo lujo de detalles la historia del Hombre. Con mayúsculas. El eslabón perdido de la comunicación entre la Humanidad y seres venidos de otros mundos… Iker Jiménez seguro que le dedica un programa en próximas fechas. Sabríamos por fin, que todo nuestro saber proviene de más allá de las estrellas. Quizá nosotros mismos llegamos desde otra galaxia muy muy lejana. Conoceremos por fin la respuesta a una de las grandes preguntas: de dónde venimos. Es este un día grande para la Humanidad.

Pero no… Allí no había muertos, ni rastro alguno de hombrecillos con antenas llegados en platillos volantes. Lástima. Tendremos que seguir esperando la gran respuesta….

Convengo entonces que, sin lugar a dudas, se trata de un almacén de increíbles riquezas. Todo el oro de Roma y civilizaciones anteriores estuvo allí escondido, secuestrado de la ambición de los hombres. Una especie de Fort Knox a la antigua,lejos de los ojos de saqueadores que nunca imaginaron que el tesoro más formidable de la Historia estaba oculto bajo cenizas. Y en sus muros, con una escritura aracaica, el secreto de la piedra filosofal. La forma de convertir cualquier material en oro. Por eso se ha mantenido oculto tantos años. Los expertos tardado lustros en traducir un complicadísimo código, un alfabeto primitivo de embrolladísimas declinaciones. Sin embargo lo han conseguido. El gran día ha llegado. La búsqueda más codiciada ha terminado. El gran secreto al alcance de la mano del hombre del siglo XXI. Nos responderá la otra gran pregunta: a dónde vamos. ¿Cómo cambiaría este descubrimiento la economía mundial? ¿Se acabaría entonces la pobreza? Gracias a ese mural, finalmente, todos los hombres seremos iguales. Iker, aquí sigues teniendo material…

Nanai. Ni un sólo gramo del preciado metal. Y mucho menos de la fórmula de cómo obtenerlo. El plomo seguirá siendo plomo, y los negritos de Africa seguirán pasando hambre. Qué se le va a hacer…

Sólo queda una opción. Un templo. Seguramente, es el centro de una vetusta religión donde los antiguos ofrecían lúgubres sacrificios a los dioses. La cuna de una religión primigenia que vendría a explicar de dónde nacen todas las creencias que la Humanidad tiene hoy en día. Una especie de basílica de San Pedro de la prehistoria. En sus techos, como una capilla sextina de la antigüedad, seguramente se cuenta la historia del primero de los dioses. El único Dios Verdadero. Aquel del que han partido todas las religiones y que nos explicará la gran pregunta: ¿Quiénes somos?

Pero no. Ni rastro. Sin noticias de Dios. ¿Quizá entonces del Diablo? Ni siquiera. Con lo bien que mezcla el satanismo y la antigüedad, ¿Verdad Iker? Tendremos que seguir creyendo en Alá, Buda, Yaveh o la lotería Primitiva. Y matarnos por ellos.

Confieso que me he derrotado. Si los extraterrestres no nos cuentan de dónde venimos, ni gracias al secreto de la piedra filosofal podemos saber a dónde vamos, ni un Dios único nos va a decir por fin quien coño somos… ¿qué increíble secreto guardan las paredes de ese edificio?

Me sorprendo. Efectivamente guarda el mayor de los secretos. “Conócete a ti mismo” decían los clásicos. Y es que para conocerse no hay que mirar fuera, a las estrellas, ni buscar oro, ni tan siquiera encontrar a Dios… Hay que mirar dentro. Descubrimos entonces que somos iguales que los antiguos. Que desde que bajamos del árbol no hemos cambiado en nada. Pero en nada. Bill Gates se mueve con las mismas baterías que el neanthertal que golpeó con el hueso al Cromagnon para quitarle a su Cromagnona.

Y es que el edificio no es una tumba, ni un templo, ni un taller de alquimistas… Según rezaba en la puerta se llama "Lupanare". En román paladino: un lupanar, una mancebía, un burdel, un prostíbulo, una casa de trato, una casa de lenocinio, una casa pública… Una casa de putas, vamos.

En los frescos de sus paredes pueden observarse como follaban (que no hacían el amor) esos tipos que disfrutaron de la vida siglos antes de enterarse que todo eso era pecado. He sonreído. No andaba yo tan descaminado. En esos muros está el secreto de la vida. La respuesta a todas las grandes preguntas. Eso es lo que somos. De ahí venimos. Y ahí volvemos siempre que podemos. Lo demás son ropajes que le añadimos a nuestra existencia: el oro, el futuro y los dioses.

Y es que los antiguos, que sabios, sabían que todas las grandes respuestas se encuentran siempre entre los brazos y los muslos de una mujer (o de un hombre) sea cual sea el siglo en el que nos encontremos.

De lo demás, las otras grandes cuestiones, ya nos enteraremos algún día…

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bueno, amigo mío, este estudio antropológico me ha llevado de nuevo al famoso ensayo "El mono desnudo" de Desmond Morris. Interesantes ambos.
A. Venenciano

10:31 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Amen, amigo

10:34 a. m.  
Blogger Sintagma in Blue said...

Creo que es mejor que no nos enteremos, seguramente las respuestas son tan vulgares que le quitan toda la magia al asunto.

3:05 p. m.  
Blogger Princesa said...

VAya, el "corazón" no te ha impedido seguir "en forma".

Saludos

8:40 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Somos tan bàsicos, incluso en nuestros genes màs profundos y ocultos que desde el inicio de los tiempos, siempre nos hemos conducido por la supervivencia de la especie y el puro placer.
Conociendo nuestra historia, ¿alguien se imagina un ser mezcla de Humano, Alien y Depredator?. Pues es nuestro futuro y no està tan lejano como creemos.
¡¡¡ Temblad seres inferiores del espacio exterior ¡¡¡, solo nos estamos preparando para vuestra conquista.

9:27 p. m.  

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