13 diciembre, 2006

EL HOMBRE Y EL OSO...

"Un hombre valiente no teme a las fuerzas de la naturaleza.
Uno sensato se guarda de ellas..."

G.Goldman y D.Z.Weinstein en "GOLPE EN LA PEQUEÑA CHINA" (1986)



Acabo de ver una película titulada Grizzly man. Muy educativa. Es la historia de Tim Treatwell. Un tipo que amaba tanto a los osos que durante trece años se fue todos los veranos a la península de Alaska a observarlos y vivir como ellos. La cinta, de Werner Zerzog, es un documental con imágenes grabadas por Tim con su propia cámara de vídeo y entrevistas del director alemán a todos aquellos que conocieron al rubio aventurero. Tim amaba al oso grizzly, un bicharraco de más de tres metros de altura, con grandes dientes y enormes garras. Aparentemente tranquilo y pacífico, como los ositos de los cuentos, pero que puede decapitarte y devorarte en cuestión de minutos. Este hombre convivió con ellos durante muchos años, rompió las barreras que separan al hombre de la bestia. Como él mismo explica, el secreto era ser uno de ellos, gruñirles cuando se acercaban demasiado, demostrarles que tenían que tenerle respeto y miedo, como un plantígrado más… Increíble.

Si esto fuera una película de ficción, Tim habría convivido con ellos, su mujer y sus hijos hasta ser un anciano y habría ganado el premio Nobel de la Paz de los animales. Al recogerlo soltaría un discurso sobre la hermandad entre hombre y oso. La gente puesta en pie aplaudiría emocionada. Sube música fanfarria. Funde a negro. Fin. Pero como esto es un documental no acaba así...

¿El final de la historia?

Efectivamente, un oso se comió al idiota de Timothy. ¿Por qué? Porque Tim no era un oso, porque los grizzlys no le tenían respeto pese a sus gruñidos y porque la barrera hombre/animal nunca se rompió. Un oso, con más juicio que el Indiana Jones rubio, sabíaque no era uno de ellos y que sus gruñidos humanos eran más falsos que un Judas de plástico. Así que, ese oso que no soportaba al humano haciendo el oso, como es normal, decidió un día convertir al ecologista en su plato del día. La novia de Timothy fue el postre.

Perdónenme ustedes la crueldad del comentario pero el señor en cuestión no me merece ningún respeto. La Naturaleza que es muy sabia se traga a los estupidos y nunca mejor dicho como pudo comprobar Tim... Porque irse a vivir entre esas bolas peludas, pensando que son criaturas del Señor y parientes del Osito Misha, es de ser, además de un ingenuo, un estúpido. Simplemente. Y no admito la bondad como sinónimo de la estupidez.

Es la base del pensamiento Alicia, que tan bien ha definido el filósofo Gustavo Bueno, y tan de moda en nuestros días. Esa filosofía que propugna que aún no hemos salido del paraíso divino en el que Dios nos colocó y en el que todo el mungo es güeno, los animalillos son hermanos angelicales y la naturaleza, una madre sabia. Pues no, mire usted, como ya dijo alguien, "la madre naturaleza es una hija de perra". A la que hay que respetar, claro está, pero respetar no intimar, porque si no, te devora. Y sin ketchup ni nada, oiga.

Mire, para mí no ha habido mejor ecologista que Jacques Costeau. Nadie amó el mar más que él. Y nadie lo cuidó mejor. Pero siempre que bajaba a observar los tiburones blancos iba metido en una jaula… Lo que les pasa a muchos de estos ecologistas de nuevo cuño es que han visto mucho Disney y poco Nacional Geografic. Y eso, claro está, termina afectando al cerebro.

Yo, que me iba cabreando a medida que pasaban los minutos con la exaltación que hace el director de la estulticia humana disfrazada de bondad, he sentido alivio al ver aparecer unos cuantos señores con sentido común. A saber: el biólogo que cuenta con habilidad que para conocer a los osos no hay que vivir con ellos, simplemente. Hay que estudiarlos. Hay que leer sobre ellos. Hay que trabajar… Vamos, que el bueno de Tim era el típico caso de chico que mucho observar pero poco currar. Que mucho amor pero poca ciencia. Que mucho hacer el oso por el día pero que poco hacer el trabajo por la noche. Que escribía menos que el negro de Ana Rosa Quintana, vamos.

El segundo que da su opinión es un lugareño. De esos que si fuera extremeño llevaría boina y cayado. De los de pueblo-pueblo. Todos los tios de pueblo son iguales así sean de Cuenca o de Alaska. De los que no han estudiado pero que saben… todo. Uno de esos tipos que ha vivido, no ya los veranos, sino los 365 días del año junto a los grizzlies, como sus padres y sus abuelos y sus tatarabuelos… , y sabe desde pequeñito que con ellos no hay que tomarse confianzas. Que son animales salvajes. Que los osos de los cuentos son eso: cuentos. Y con una filosofía que muy bien le hubiera venido al bobo de Tim contesta con franqueza: “Quería ser un oso, actuaba como un oso. Pero nosotros aquí, en la isla de Kodiak, no lo hacemos. Es un error invadir su territorio. Actuar como un oso, como él hacía, es una gran falta de respeto hacia los osos y lo que ellos representan. Donde yo me he criado, en mi cultura, los osos nos evitan y nosotros a ellos, hemos aprendido que hay una frontera que tiene siete mil años entre ambos... impercetible, pero que cuando la cruzamos, pagamos por ello.” Cuanta sabiduría.

Después aparece otrode esos tipos de pueblo con mala baba (en plan yankee, con camisa de cuadros) sin complejos al que dirán, y políticamente incorrecto, al que le da igual que el pobre Tim esté muerto. Muchos dirían que habla sin ningún respeto. El, sólamente piensa que un imbecil es siempre un imbécil. Sea cual sea el estado vital en el que se encuentre: "Actuaba como si fueran personas disfrazadas de oso y no animales salvajes. Si duró tanto tiempo vivo fue porque los osos debían de pensar que era retrasado mental o algo así. Aquel dia el oso decidió que ya había aguantado bastante a Tim o pensó: a lo mejor está bueno si me lo como..." Vale, es salvaje, pero también salvajemente sincero. Hasta los osos tienen su anguante. ¿Se imaginan un oso haciendo el humano frente a uno día tras día? Realmente, Tim tenía que ser buena persona pero un poco inaguantable.

Cuando los hombres fueron a rescatar lo que quedaba del señor Treatwell, su reloj de pulsera "literalmente", abatieron a su gourmet a golpe de rifle. Esta es para mi la única parte trágica de la historia. La cadena se partió, como siempre, por la parte más débil. Tim no se comportaba como un humano y el pobre animal solo hacía lo que le dictó su instinto: alimentarse de carne, porque los biomanán todavía no están en la dieta de los osos.

Esto enlaza, casualidades de la vida, con unos carteles con los que apareció empapelado mi barrio el fin de semana . Las fotocopias pegadas en las paredes decían así: “Día mundial de los derechos de los animales. No al maltrato animal. No te los comas. Hay otras alternativas…”

Pensamiento Alicia nuevamente. Estoy a favor de que no se maltrate a ningún ser vivo, incluidas las zanahorias a cuyo caroteno en muchas ocasiones no se le tiene el debido respeto, pero de ahí saltar a "No te los comas…" Hombre, comerse a los animales no es maltratarlos... Dicha sugerencia es ir contra la naturaleza: el hombre es carnívoro. Se alimentó de animales que cazaba antes que de bayas o, mucho antes, de cultivar la tierra. Es carnívoro como lo es el león. Como lo es el tiburón. Como lo es el oso que se merendó a Tim. Y no pasa nada.

La Naturaleza, que es sabia y muy cruel (por si no lo han notado los ecologistas-alicia), no sólo permite sino que IMPONE que unos bichos se coman a otros. Ya sé que ahora me vendrán con el cuento de la sobre explotación de los mares y demás. Claro que sí, estoy de acuerdo con impedir la sobre-explotación. Pero el cartelito no hace referencia a eso. Hace referencia a que respetar a los animales es no comérselos, y no, mire usted. La Madre Naturaleza dice en su primer mandamiento: "Comeros los unos a los otros". No hay nada más natural que un león comiéndose a una gacela. Ya sé que no solo de carne vive el hombre. Hay otras alternativas, claro que sí, con las que también gozo muchísimo pero ¿por qué tienen que ser incompatibles? ¿Por qué sólo comer tempura y renunciar después a un chuletón poco hecho? O a un bacalao al pil pil si la sangre le da a alguno repelús.

¿No se dan cuenta que queriendo ser “naturales” consiguen ser de lo más “artificial”? Nada más antinatural que el hombre imponiendo sus reglas a la naturaleza. Intentan imponer una filosofía humana allí donde imperan unas leyes inmutables desde hace millones de años. Nuestra lógica, gracias a Dios, no es aplicable a la vida en el planeta. La realidad nos dice que el día a día en el mundo animal es cruel y destructivo. Una lógica que manda comer y evitar ser comido.

Eso sí, nosotros deseamos en nuestro buenismo, que todos los hombres, bestias y plantas suban juntos en buena armonía al arca de Noe y coman lechuga (si es que las lechugas no tienen nada que objetar) y se dirijan unidos hacia la puesta de sol. Allí, Dios nos abrirá de nuevo el paraíso terrenal, y todas sus criaturas viviremos en paz y armonía hasta el fin de los tiempos...

Vale, pero si a la entrada nos pone una tapita de jamón de pata negra, estoy seguro que la Eternidad pasará mejor…

12 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Tu post me ha recordado una conversaciòn (màs bien discusiòn) en la comida de ayer: un descerebrado no entendia como a dia de hoy y 55 años despues habia una organizaciòn dedicada a cazar nonagenarios y centenarios nazis. En su buenismo de idiota profundo, alegaba que ya no tenia sentido, como si la justicia tuviese fecha de caducidad, como si el mas salvaje de los crimenes del hombre (el exterminio masivo de aquellos que no formaban parte del clan de la super-raza)no hubiese sido una marca eterna para toda la humanidad.
El tipo del oso, era un imbecil absoluto y como dira el Doctor Greg House: que se joda, el mundo tiene sus leyes y su desconocimiento no te exime de su cumplimiento.

11:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Y los que dicen que sólo el hombre mata por placer y no por necesidad, se ve que nunca han tenido gato en casa. Mi gata se lo pasa cañón cazando gorriones y lagartijas. Los atonta, juega con ellos agonizantes y luego los remata. No se los come porque prefiere las latitas de gourmet (creo que es la que come mejor de la casa) o jamón dulce, que le chifla mucho más que lo que caza. Y es ver un gorrión en el jardín y se lanza como las locas, feliz de la vida.

Si ya lo decía el gran Woody Allen: la naturaleza es como un inmenso restaurante.

(Sintagma in Blue)

10:01 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pedro, mientras me reconozcas que un vegetariano no te hace ni hace a nadie ningún daño...

En cuanto al que quiso vivir como el oso, pues qué quieres que te diga, es su problema. Estoy de acuerdo con que no se puede poner como ejemplo de moralina, pero, el único mal que hizo, fué a sí mismo y a su novia, que estaba de acuerdo con la decisión de parecer "osos". En el caso del documental, supondrás conmigo, que los idiotas fueron el director y el guionista, que son, quienes plantearon la historia.

Lo que tenemos que entender todos, es que sentados, no evitamos la sobreexplotación de la naturaleza con la que todos "estamos nominalmente de acuerdo". Y, que haya un grupo de ecologistas, extremistas, que se dedique a "fastidiar" al personal con sus arengas, plantadas o lo que se quiera, para ayudar a que todo continúe cuánto más tiempo, mejor...

Pensemos que la globalización y el mundo se rige por intereses sobretodo económicos, y, ni los buenos sacerdotes comprometidos con la humanidad y sus defectos, ni los buenos ecologistas... y tantos otros, que hacen presión, impiden que todos vivamos mejor.

Gracias al pensamiento extremista avanzamos muchas veces... aunque nos parezcan unos señores del otro mundo.

Me encanta el jamón de pata negra de tu tierra. Y sé que en Salamanca se cura el Jamón de bellota, con los "guarros" de tu tierra. Ergo, no soy vegetariana. Me voy a pasar la Navidad por allí, como todos los años.

2:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Princesa, una apreciación: el tonto de Tim hizo mal, no sólo a su novia sino también al Oso que se cargaron... gracias a su gracia hizo que mataran a un oso que probó carne humana y puede volver a hacerlo, ahora con más facilidad; enhorabuena, Tim, tu aamor por estos animales hizo que uno muriera.

Los vegetarianos no hacen daño, claro que no, pero el que haya escrito ese cartel que nos manda el mensaje "Si amas a los animales no te los comas", ese hace mucho daño a la inteligencia; la insulta directamente y sin tapujos.

Apenas veo diferencias entre el personaje del cartel y lo que impulsó a Tim a hacer su tontería.

Por cierto, los comentarios de la gente de Alaska comentando la aventura de Tim, no tienen desperdicio.

Churno

3:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Churno, no he visto la película en cuestión ni sabía de la historia hasta el momento de leersela a Pedro.

De acuerdo con tus apreciaciones.

De todas maneras, como experiencia... he visto ocurrencias peores, y totalmente extendidas.

4:12 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

TEngo la costumbre de no juzgar más que lo imprescindible. Por ejemplo, ¿te parece un insulto a la inteligencia que alguien considere una aberración comer cerdo? ¡Con lo bueno que está el jamón!

Pues hay algún millón de indios que así lo considera. Realmente, no me considero especialmente inteligente por haber nacido dónde lo he hecho.

4:22 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Casi de acuerdo Princesa salvo que el pensamiento extremista hace avanzar algo.

Creo que es la lógica la que hace avanzar las cosas. Los extremos, sean los que sean, siempre son malos porque llevan a talibanismos que, la historia ha demostrado, terminan volviéndose contra el hombre.

También creo que definir como Ecologismo las posturas de determinados individuos es como definir como gastronomía el canibalismo. Frasecitas como "Respeta el planeta. No lo ensucies. No utilices el jabón." es igual que las de los carteles de mi barrio. Demuestra la burricia de dichos individuos que se autodenominan ecologistas. Insisto, hizo mucho más por el planeta Costeau que los que se llenan la boca con consignas estúpidos y luego se meten a merendar en un burguer (literal, que lo he visto).

Lógica y sentido común queridos amigos.

En cualquier caso, os recomiendo que veais la peli. Es una comedia cojonuda. Porque no es solo Tim, son sus increíbles amigos... Una delicia. Además tiene un final feliz.

8:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

A mí es que los "ismos" siempre me inquietan un poco. Como dijo en cierta ocasión un profesor de ecología de mi hermano:
"El ecologismo es a la ecología como el socialismo a la sociología"

7:34 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Conozco vegetarianos convencidos, que creen que la carne es veneno; a algunos de ellos les va bien. Han acostumbrado a su cuerpo tanto a la celulosa que deben de cagar papel estraza. Algunos llegaron a ser vegetarianos de la mano de algún chamán; otros, por moda o por esnobimo. No conozco a ninguno que tenga conocimientos serios de nutrición. La falta de proteína que ocasiona la dieta vegetariana -aunque se intente compensar con tofú y otras marranadas- es perjudicial para la salud y provoca serias carencias.

Sobre el ecologismo elevado a la categoría de religión... pues qué decir. Me parece una idolatría más. Insisitendo en un argumento poco popular, no se como los mismos que se ponen la camiseta de "Nuclear, no gracias" y se encadenan a los árboles de la Castellana, argumentando que debemos dejar la Tierra intacta a las generaciones futuras no se preocupan por que esas generaciones futuras -cada niño- sea troceado y tirado a la basura como el resto de un chuletón.

He conocido a muchos ecologistas "profesionales" en mi vida. Jamás conocí a ninguno que no rebajase su proclama incendiaria y su verdad absoluta a cambio de dinero. Una buena subvención, un contrato de consultoría o un simple maletín cambian a un extremista del conservacionismo en un colaboracionista del desarrollismo como por arte de magia.

También hay ecolgistas convencidos y honrados, pero esos no están en las asociaciones ecologistas. Están en la Universidad, en la Administración, etc.

Lo que me parece insultante para la inteligencia es la falta de criterio que muestran los periodistas para estas cosas: si unas cifras de contaminación las da Greenpeace o Ecologistas en Acción, son verdad de fé. Aunque las cifras de lo que dicen no tengan ni pies ni cabeza. Algo parecido a lo que sucede cuando las cifras de empleo, desempleo, economía, etc o símplemente las información de un conflicto laboral las dan los sindicatos: ellos son los buenos y, por tanto, lo que dicen "será verdad".

Hace muchos años me leí "El ecologista escéptico", que supongo que todos conoceréis. Leí cosas que había intuido en mi vida profesional, pero que, venidas de un ecologista, demostraban cuanta demagogia y cuantos intereses hay en toda este historia. Como se aumentan las cifras sin pudor, con la impunidad de la que hablaba antes. Recordad las agresivas campañas antinucleares en Europa pagadas por Arabia Saudí.

Subvertir el orden de las cosas, en cualquier extremo, lleva la desastre o al ridículo, o a ambas cosas. Lo del oso es un desastre ridículo, pero lo mismo sucede con los liberadores de visones, los que abren granjas de pollos para combatir el estrés de las gallinas o los que hicieron una pintada en la cernicería de mi barrio. "Asesinos", ponía. Sin duda el grafitero se identificaba, casi familiarmente, con los pollos y los corderos que sirven allí.

Luego nos reiremos del "Proyecto Gran Simio" y otras chorradas por el estilo. Pero, cuando ser pierde la dimensión espiritual del hombre, su naturaleza trascendente, ¿qué nos diferencia del primate? Y de ahí para abajo, sin frenos.

Y no hablo de los toros para no entrar en un debate más absurdo, todavía, en el que algunos han llegado a desear la muerte del torero ¡de un hombre!, antes que la del animal.

11:53 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Creo que el problema es que se nos ha olvidado a la mayoría que los hombres también somos animales y que estamos en el conjunto de la naturaleza: cazamos, comemos, cagamos, nos reproducimos, matamos. Somos unos animales más, solo que el IKEA y El Corte Inglés nos están convenciendo de lo contrario. La sociedad no me permite cazar cuando tengo sensación de hambre, a cambio, me proporciona un "suculento" humo de patata con birutas de ibérico. ¡no jodan!¿Os habéis dado cuenta de que hay papel higiénico negro?¿es para que no veamos lo que cagamos?. Creo que es la soberbia humana, la prepotencia lo que no nos deja ver el conjunto. Jabón sí, sales con olor a rosas y canela con un toque de leche hidratante, exfoliante con un toque de inhibidor del pelo...Nos estamos pasando un poco.

9:51 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

...Es verdad que muchas veces los ecologistas se pasan. Yo soy ecólogo, o por lo menos he recibido una educación como ecólogo, he estado en una universidad dentro del departamento de Ecología, y también me considero ecologista. Esto es más una forma de ver la vida.
Sin embargo, los ecologistas "afiliados" tienen razón muchas veces, (como en el agujero de ozono o la maldad de ciertos aditivos, aunque generalmente andamos inmersos en un mar de sobreinformación que nos satura y muchas veces confunde) y en otras las proporciones, cifras o aseveraciones están equivocadas o no, según de donde vengan (sobre todo si es de las noticias de la tele).
Por mi parte, creo que lo mejor es que cada uno se informe y se cree una opinión sobre cada tema, y luego actúe en consecuencia. También creo que es una estupidez liberar visones americanos a una libertad que saldrá perjudicada, pero si no nos unimos en determinadas materias que nos afectan (y si llamamos a las noticias mejor, desgraciadamente) no haremos fuerza para que las cosas cambien y se nos informe y se nos trate mejor, como ciudadanos o animales que somos del lugar donde habitamos.

3:32 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Realmente ver este documental impacta, ya que es lógico que el oso se comiera al pobre Tim. Posiblemente en el fondo ese era su sueño, inconscientemente quería ser parte de lo que él tanto admiraba.Pero realmente como dice Pedro, al final es normal que el oso se lo comiera , es parte de la naturaleza, el fuerte se come al débil, y en este caso el fuerte era el oso, él estaba en su territorio. Creo que es díficil imaginarse que puedan darse casos así, pero realmente cada cabeza es un mundo, y posiblemente han habido otro casos similares.
Con respecto al ambiente, definitivamente debemos respetar el lugar adónde vivimos, pero no debemos tampoco caer en extremos. En mi opinión personal, es muy natural que el hombre coma carne y no solo vegetales, la comemos desde los inicios de la humanidad, y es una excelente fuente de proteínas, hierro, etc.. ¡ Porque ir en contra de nuestro instinto?Somos carnívoros, de eso no cabe duda, por algo tenemos colmillos. Creo que hay aprovechar los recursos siempre respetando la naturaleza.

12:57 a. m.  

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