22 marzo, 2007

SENTENCIA

“Aquí lo que tenemos es una falla de comunicación”

D. Pearce & F. Pierson en “LA LEYENDA DEL INDOMABLE” (1967)


Aviso: esta sentencia no es justa ni pretende serlo. No es vinculante ni siquiera en mi casa. No soy juez ni abogado defensor. Y, para colmo, soy parte interesada y subjetiva. Soy autor, practicante, y socio de la SGAE… Eso me haría culpable a los ojos de muchos pero, como siempre, pienso por mí mismo y no entiendo dicha sociedad de gestión como una secta, así que tengo mis propias opiniones que en ocasiones coinciden con las de su junta directiva y en otras no.

Así que, vamos a destapar un poco la caja de los truenos…


CONSIDERANDO QUE:

En este país es complicado que se pongan de acuerdo los vecinos de un bloque. Así que cuando más de un millón de personas deciden unirse en una causa común, pienso siempre que esa causa tiene al menos que ser considerada. Y no, no estoy hablando de manifestaciones. Hablo de gente que decide movilizarse, que invierte un poco de su tiempo en pensar y, después, adherirse a una lucha que lo "único" que te pide añadir tu firma en un papel. Y digo "único" porque obtener una firma cuesta mucho más de lo que podamos creer. Repartir pancartas o hacer que la gente se eche a la calle un fin de semana puede ser más o menos fácil dependiendo de los altavoces mediáticos con los que uno cuente pero... pida a cada uno de esos manifestantes que le eche una firmita aunque sea contra “el virus de la gripe”. El noventa por ciento arrugarán el morro o se harán los despistados. Admitámoslo: somos un país de sospechosos, de desconfiados, y no nos gusta firmar ni al cartero cuando nos trae un certificado.

Sólo por ese motivo, a priori, tiene mi consideración la plataforma “Todos contra el canon”. Ellos han conseguido unir a veintiséis organizaciones del sector de la electrónica y las telecomunicaciones, asociaciones profesionales, representantes de consumidores, internautas y demás fauna completamente heterogénea, y reunir un millón sesenta y nueve mil firmas. Y eso, señores, no es mucho. Es muchísimo.


ANTECEDENTES:

El gobierno junto con las principales sociedades de gestión de derechos de autor de este país (SGAE, CEDRO y no sé si DAMA) se han planteado cobrar un canon (un impuesto) sobre la compra de determinados equipos electrónicos y subir alguno ya existente. ¿El por qué? Nuestra legislación contempla el cobro de un canon sobre soportes vírgenes tales como CD’s y DVD’s como compensación a la copia privada, esto es, usted puede hacer una copia de seguridad de su disco o película favoritos y por ello se le piden unos céntimos para los autores. Muchas discusiones trajo ya este canon ya que muchos argumentan que estos soportes no siempre tienen como finalidad dicho uso y que yo puedo utilizarlos para grabar mis guiones o mi madre para guardar sus fotos… Ha generado muchos debates y podríamos seguir en ello, pero no cambiaríamos nada de lo existente, y volveríamos a enzarzarnos. Así que sigamos adelante. Hasta ahí estaba todo más o menos tranquilo hasta que hace unos meses se plantea ampliar el impuesto sobre aparatos electrónicos tan diversos como el MP3, los discos duros externos de ordenador, los teléfonos móviles, los escáneres, las impresoras, las fotocopiadoras…


FUNDAMENTOS DE MI DERECHO:

PRIMERO.- Desde mi punto de vista el canon antiguo era justo. Los autores deben cobrar una parte de esa “copia privada”. Bien es cierto que no todos los cds y dvds se destinan a ese uso pero, si miramos a nuestro alrededor, convendremos que un porcentaje mayoritario de ese material virgen se utiliza para grabar música y películas. En cualquier caso el coste es mínimo y, de igual manera que yo no cojo el bus, porque soy usuario del metro, supongo que parte del importe del “metrobus” que compro irá, sin embargo, a arreglar las cocheras de la EMT...

SEGUNDO.- Por el contrario, me parece una tomadura de pelo que me “vendan” que el canon digital servirá para lucha contra la piratería. Según un dato aparecido hoy en la prensa, la venta de cds piratas (los famosos manteros) ha bajado un 34%. Y la piratería casera, esto es, “yo grabo un disco y se lo paso a mi amiguete” no se combate en ningún caso con un canon sobre los equipos digitales. Cóbrese el canon pero dejen escudarse en la piratería, contra la que alguna entidad de gestión hace muy pero que muy poco donde sí puede hacerlo… Mala justificación.

TERCERO.- Según argumentan las entidades de gestión, la ampliación del canon digital sobre los aparatos se justifica porque “los creadores no pueden depender del precio de los soportes vírgenes, ya que éstos son cada vez más baratos”. Lo siento, pero los autores no dependen exclusivamente de la “copia privada” sino de la difusión de su obra, es más, la copia privada representa sólo una pequeña parte de lo que perciben. En cualquier caso, si el precio del material virgen baja es como si bajara el precio de la entrada del cine... ¿habría que cobrar entonces un canon por las palomitas? Como ciudadano no me parece justo. Los autores, como cualquier ciudadano, estamos sujetos a los movimientos del mercado y las subidas y bajadas de los precios de cualquier bien de consumo. Y si el material virgen baja y queremos seguir manteniendo el mismo nivel de recaudación pues habrá que cobrar más cara la entrada al cine o el disco original. Peor justificación.

CUARTO.- La argumentación de las entidades de gestión para quitarse de encima el aluvión de críticas recibidas por los usuarios y viendo el coste de imagen (mala imagen) que están sufriendo alegan que la ley obliga a pagar este canon a los fabricantes, no a los consumidores… Un razonamiento que insulta a la inteligencia cualquiera: todos sabemos que una subida de precio en cualquiera de los bienes primarios termina repercutiendo en el precio del consumidor final… Es decir, usted y yo, y nunca Sony, TDK... Pésima justificación.

QUINTO.- Los fabricantes tecnológicos, contra el canon, argumentan que no se pague indiscriminadamente por todos los equipos ya que muchos soportes objetos del gravamen no se utilizan, como función primordial, para grabar/reproducir contenidos protegidos. Y, lo siento porque son grandes multinacionales, pero tienen razón. Vale que se pague por un MP3 cuya función primeral es la reproducción de música pero… ¿que se pague por un teléfono móvil? Pues no, mire usted, porque yo con el mío (como la mayoría de gente que conozco) me dedico a hablar por teléfono y no a escuchar a Alejandro Sanz... aunque tuviera la posibilidad de hacerlo. Y se me ocurren otros muchos usos secundarios que puede tener un móvil pero me tacharían de pervertido. Pero por esa misma razón habría que aplicar ese canon a unos altavoces, o a unos cables de sonido…

¿Y por qué he de pagarlo por disco duro externo de ordenador? Es un soporte de almacenamiento genérico, esto es, back ups. ¿Que puede contener archivos de música y películas? Pues sí, pero como mi mueble del salón donde guardo los cds y dvds y no creo que, por el momento, sea objeto de dicho canon.

Más peregrino aún resulta aplicarlo sobre escáneres, fotocopiadoras o impresoras por el hecho de que estos aparatos pueden ser usados para “piratear” libros. Podría hacer un chiste fácil sobre un país que apenas compra libros, que lee menos y que fotocopia… ¿cuántos? Estoy seguro de que en una encuesta que hiciera la pregunta: ¿Qué ha hecho usted en el último año con una fotopiadora”? la opción “echar un polvete sobre ella” ganaría a “fotocopiar un libro”. No parece, pues, que el uso principal de estos aparatos sea el pirateo editorial… Con ese mismo razonamiento se podría aplicar el canon sobre folios en blanco que pueden ser utilizados para copiar manuscritamente el último Premio Planeta… o la silicona que se implanta en los labios porque con ellos se va a tararear la última de Alejandro Sanz. Estúpida justificación.

SEXTO.- Vayamos a los números que son siempre entes concretos. Según información de El Mundo digital del miércoles 14/03/2007, (http://www.elmundo.es/navegante/2007/03/12/tecnologia/1173691712.html)

el aumento de precio en esos aparatos de uso doméstico oscilará entre un 26% y un 30%. Simplemente una barbaridad. En cualquier caso, suenan más abuso impositivo de gobierno y entidades de gestión que a defensa del autor (sobre cuyo reparto habría mucho que discutir… pero como dijo Groucho Marx: Ese es otro cantar. Y muy desafinado)


FALLO QUE:

De igual forma que todos convenimos que una película es una obra de creación en la que muchos trabajadores ponen su creatividad, en mayor o menor medida, al servicio de una obra total y que, sin embargo, la ley sólo considera como AUTORES al director, el guionista y el músico.

De igual forma que pese a que la fotografía, la dirección de arte, o el sonido pueden tener en ciertas películas mucha más creatividad que las que aporta la dirección, el guión o la música, y sin embargo la ley estableció que su trabajo no generaba derechos de autor ya que si se seguía tirando del hilo podríamos llegar a inferir que hasta la sastra podía ser autora... Así todos establecimos que en algún límite hay que poner la “raya” de la autoría…

Por esas mismas razones hay que poner unos límites claros sobre qué aparatos que reproducen una obra deben dar lugar al cobro de los derechos de autor sin que dicha raya sea movida cada vez que las entidades de gestión de derechos de autor descubran un nuevo aparatito con botones...

Cuando el principal interés es el cobro, la justificación de esos nuevos límites puede en ocasiones llegar al paroxismo de la estupidez y a que por las mismas razones esgrimidas se pueda terminar aplicando el canon digital a una botella de Anis del Mono (que tan bien hacía sonar Ismael y la banda del Mirlitón) y con la que podría interpretar el Corazón Partío.



P.D.: Quizá a alguno le haya extrañado la cita de hoy. Es mi homenaje a gran Stuart Rosenberg que murió ayer. Magnífico director de cine y autor de La Leyenda del Indomable, película de uso imprescindible para todo aquel que aspire a ser un rebelde. Fue mi Biblia de juventud y aún hoy lo sigue siendo… Gracias a ella hoy, siendo autor, puedo escribir un post como éste.

9 Comments:

Blogger Sintagma in Blue said...

Coincido plenamente con tu análisis. Impecable.

9:09 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Disfrácese como se quiera esto es recaudar pasta a mansalva y argumento peregrinamente cualquier cosa, aunque se diseccione el argumento tan meridianamente como Pedro, da igual, porque este no es la causa por la que se imponga un impuesto, es una mera excusa, por lo tanto da igual que no tenga base o la tiren abajo, la impongo porque el fin es recaudar pasta.

Es lo mismo que pasa con los radares caza multas instantáneas para excesos de velocidad ¿Dónde se han colocado? En las vías más rápidas y seguras ¿Para qué? Para recaudar. Hay casos flagrantes, hay tramos en la autovía de la M-50 de Madrid donde el límite de 120 pasa a 100 durante un par de kilómetros y luego vuelve a ser de 120 ¿Por qué? No hay curvas, no hay menos carriles, no hay incorporaciones peligrosas ¿Por qué esa limitacióin? Pq en mitad de ese tramo hay una cámara y lo qu eantes a 130 no era sanción ahora sí.

Recaudar, da igual la argumentación por eso no se va a hacer caso por muchas firmas que se reunan, se dará otra excusa, se cambiará el argumento pero el fin seguirá siendo llenarse los bolsillos.

churno.

12:57 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

REcuerdo otro polémico impuesto revolucionario, perdón, quise decir cánon, que se va a imponer por decreto en las bibliotecas públicas. En teoría es para que el autor del libro consultado cobre por ello, pero en realidad al único que favorece es a la agencia de recaudación de estos impuestos, la sgae.

Dice la ministra de cultura que al bolsillo del ciudadano no le va a costar nada, que podrá consultar libros sin pagar más que esto lo pagan las respectivas consejerías (o como demonios se llamen) autonómicas de cultura... lo que se olvida esta mujer es que esto es dinero público que sale de los impuestos de los ciudadanos.

¿qué ocurre con las bibliotecas? Pues que no dispondrán de tantos recursos al tener que pagar este nuevo canon y tendrán que deshacerse de muchos temas y autores y esto redundará en una peor calidad para desgracia del ciudadano.

A los autores consagrados y grandes a título individual no les significa económicamente nada este porcentaje y a los menos conocidos no les va a llegar porque dejarán de estar sus obras en las bibliotecas. Entocnes ¿A quién beneficia este impuesto? Sí a la sociedad que recauda pasta...

Por cierto, todas las bibliotecas y centros de lectura están en contra de este impuesto, pero también muchísimos autores ¿quién está a favor? Sólo la sociedad gestora de los derechos y la ministra de cultura.

churno

1:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Recuerdo que hace unos diez años, también había "manteros" con cassettes en la puerta del metro de Plaza de Castilla. Y también recuerdo que mis amigas me dejaran (y yo dejar) cintas para grabar en mi doble pletina, que era lo que tenían todas las cadenas de música que se preciaran.
Aquello era piratería,sí. No recuerdo ningún alboroto ni ningún canon especial ni esta revolución de ahora.
También había walkman, no mp3 y los videos se podían conectar y grabar una película en VHS de otra original.
Entonces, no entiendo el problema, a no ser, que todos los españoles sintamos una llamada de la cultura masiva y nos dediquemos en todos los hogares a duplicar, bajar ileglamente o comprar en las mantas tantas películas, libros y cd´s como podamos.
No recuerdo haber ido a una casa y que me hayan enseñado una habitanción diseñada al almacenamiento de libros, cd´s, dvd´s,etc sólo por el hecho de tenerlos amontonados.
La diferencia es que tanto en internet como en el top manta se compran y bajan los últimos estrenos ¿de Kiarostami o Bergman?no, de Splielberg o Brian Singer, es decir, directores "comerciales".
Se han tocado los derechos a quienes se los han tocado y, más que derechos, recaudación.
El canon que voy a pagar por "intentar copiar" la superproducción más vendida en el top manta de marzo (El motorista fantasma) va a sus autores y no a los efectos especiales que son lo único bueno (si es que tiene algo madianamente pasable esa aberrante aspiración a película).

11:25 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Disiento de la mayor.
Lo siento Pedro.
Ni es un impuesto, ni es inútil. Ni lo del millón es justificación.
En este país, con tal de no pagar (lo que sea), conseguimos cuarenta millones de firmas.
En fin. Por lo menos tú no eres un demagogo como los que manejan "todos contra el canon".
Y como decía don Fernando ¡a la mierda! (que se irá pronto todo el sector).
Por cierto que lo de la piratería, para los jovenes e indocumentados, es una guerra que se inició con la invención de las cassetes audio. En 1982 hay las primeras sentencias (favorables a la creación de una recaudación compensatoria) tanto en USa como en Europa...
En fin...
Y mientras las compañías de telecomunicaciones llevándoselo crudo y nadie dice nada (o lo que hacen como el dia ese sin móviles les sale como el pedo de Papá Pitufo).
Disentérico

2:26 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

De acuerdo con el post. Desde que las grandes compañías tienen pérdidas (sobre todo los jefazos de centros comerciales con cines incluídos)se acuerdan del cánon de los autores aquellos seres extraños con gafas que apuntan en servilleta y a los que, por lo visto, no les importa el dinero.
En contra total del comentario de Churno. El exceso de velocidad produce accidentes, haya o no más omenos peligrosidad en la carretera. Parece ser que los conductores no se conciencian si no les tocan el bolsillo. Para corres están los circuitos y no las carreteras.
Saludos
Rústico

6:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estimado Pedro:
Disiento formàlmente de tus argumentos y me explico,
1 - La justificaciòn del canon de copia privada es absurda totalmente. En un estado de derecho una persona que va a juicio no tiene que demostrar su inocencia, èste es un derecho concedido por la ley en democracia. Es el fiscal quien tiene que demostrar su culpabilidad con pruebas que evidencien y demuestren su posible delito.
2 - El nuevo canòn es màs de lo mismo. Si se quiere evitar la pirateria, que los fabricantes inviertan en soportes adecuados anti-copia. Lo que no es de recibo es que paguemos un gran mayoria de usuarios por su falta absoluta en investigaciòn y desarrollo de los productos que ponen en la calle y que ademas, fabrican (en muchos casos en factorias de paises del tercer mundo en condiciones de cuasi esclavitud para los operarios) con unos beneficios sobre el coste inicial que rondan el 1000% en la gran mayoria de los casos.
3 - Si la premisa mayor del mercado (ley de la oferta y de la demanda del producto) es valida para unos, tiene que serlo para todos. Tanto los fabricantes de soportes, asì como de equipos, son empresas multinacionales privadas, cuyas cuentas de resultados anuales se publicitan con beneficios multimillonarios. Si a un empresario privado de otro sector le va mal, quiebra y cierra. Lo que no podemos hacer es sufragar a fabricantes, intermediarios, autores y gestores, todos los cuales, segun parece, estan por encima del bien y del mal y que quieren seguir ganando aun mas a costa de los usuarios, sea por via impositiva o por via subvencionada. Que se ponga de acuerdo entre ellos en como repartirse el pastel, pero no a costa de los demas. Esto seria, hablando en castellano y de modo cristalino, "darles otra patente de corso".
4 - No me parece correcta la discriminaciòn del impuesto segun el tipo de equipo. En el ambito de mi vida privada, tengo todo el derecho del mundo a utilizar el soporte de almacenimiento que desee, ya sea para musica, para cine, para literatura, etc. ¿Y si decido que todos los cds de musica que me compre los voy a almacenar en un ordenador conectado a mi televisor o equipo de musica para no tener que cambiarlos de uno en uno?. ¿Tengo que pagar por escuchar la musica que he adquirido legàlmente sin tener que cambiar cada x tiempo el soporte?. ¿Pero que clase de disparate es este?.
5 - Por ultimo, no estoy muy versado en el tema de los derechos de autor, aunque si quisiera hacer una reflexiòn que quizas pueda conducir a ver algo de luz al final del tunel. Cuando una empresa fabrica un producto para ponerlo en el mercado èste tiene coste determinado y una vez abonado el mismo, el propietario tiene todo el derecho de hacer con èl lo que le venga en gana. ¿Por què no se le paga al guionista por el valor real de su guiòn, al director por su trabajo como tal, y asì sucesivamente?. Si los servicios fuesen adecuadamente remunerados, e incluso con derecho a un porcentaje de comìsiòn en base a los posibles beneficios que produzcan los mismos (es decir, el fijo+variable de toda la vida de muchos ciudadanos del mundo), no seria necesario tanta historia rara, que unicamente beneficia a unos pocos que viven del puto cuento. ¿Por que ya me dira Vd. que coño son las sociedades de gestiòn de los derechos de autor?. Por supuesto, dado mi desconocimiento no chapotearè màs en este charco, pero reconozcame, al menos, que bien llevada a cabo la idea estarìa muy bien.
Conclusiòn: Ahondando en lo que dice Churno sobre los radares, ¡¡¡ un huevo les importa que se mate la gente ¡¡¡. A finales de año, cuando las multas lleguen en cascada (casualmente con la paga de navidad) podemos establecer un debate sobre este asunto.
Postdata: NO OS PERDAIS "300". INDESCRIPTIBLE.

6:14 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Estimado Disentérico:

esperaba con ansiedad su comentario... pero, por favor, no se quede usted en la mayor. ¿Canon o impuesto? Yo le he razonado porqué el canon pasa a ser impuesto cuando el razonamiento del mismo no se ajusta a la realidad. Y creo que nuestra querida SGAE sigue haciendo demagogia en cuanto la aplicación del canon a determinados soportes. POr eso digo que de un término se pasa al otro. No haré un corta y pega (tan censurado últimamente) sobre las definiciones que establece la RAE sobre ambos términos ya qe para eso tiene nuestra Academia una estupenda página.

En cualquier caso, disiento con usted en que la gente se una a todo lo que sea no pagar. ¡Ojalá querido amigo! Este es un país que, precisamente, tiene fama de que no se queja por nada. No toma iniciativas ante nada. Pero si pagamos cosas tan surrealistas como el impuesto de circulación, o el impuesto de sucesiones (que con buen juicio va a ser suprimido en algunas comunidades autónomas)

Creo que si lo que se pretende conseguir, combatir la piratería, no alcanza ni de lejos el objetivo. ¿Acaso ha ido hacia atrás la pirateria por aplicar ese canon a los dvds vírgenes? En absoluto. Y no querria entrar en casos particulares pero nuestra querida SGAE,tan preocupada por la pirateria (y por la que nos cobra un tanto por ciento de nuestros ingresos a los socios también para combatirla...) en algunas ocasiones ha hecho una dejación de funciones en operaciones que sí se necesitaba una actitud verdaderamente activa. Y si tan preocupados están unos y otros, politicos y gerifaltes de autores, ¿porque no se crea una ley por la que cuando se coge una red de piratería no sea necesaria la acusación privada? Esto es, hoy en dia cuando se descubre uno de esos pisos franco de estas redes de pirateria, si en el juicio no se presenta una acusacion privada, el juez y el fiscal no pueden actuar por cuenta del estado y los fulanos quedan en libertad... ¿Por qué no esa ley ya? ¿Acaso porque no es recaudatoria?

Y fíjese que, optimista estoy hoy, que no creo que esto se vaya a la mierda. Al menos para los músicos. Los músicos, principales beneficiarios de las entidades de gestión, siguen cobrando un pastón y no digamos las Editoras (que con tan malas artes y en contra de gran parte de los autores) consiguieron meter la cabeza en la SGAE y cobrar los drechos que solo nos correspondían a personas físicas.

Y estoy de acuerdo que las compañías tecnológicas ganan un pastón, pero no por eso algunos de sus razonamientos tienen que ser equivocados.

Insisto, no quiero que la gente no pague un duro por nada. No creo que la cultura deba ser gratis. Lo que digo es que hay que poner unos límites admitidos por todos como justos y ajustados.

Y, por favor, exponga usted que me quedo solo defendiendo autores

Saludos disentéricos.

12:00 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Estimado amigo Alatriste, solo un par de puntualizaciones:

El canon por copia privada es perfectamente natural. Nadie piensa que sea usted un delincuente por hacer una copia de un disco. Simplemente se le permite hacerlo a cambio de unos centimillos. No es un delito y no significa que a cambio de pagar se le permita delinquir. Es un derecho que usted puede ejercer si lo paga. Ya está.

En cuanto su punto quinto, no me extenderé demasiado porque daría muchisimo de sí pero creo que hay que precisar perfectamente el concepto de bien "autoral" o de "creación" que no es igual que un bien tipo un coche o un piso. Y me explico. En todas las sociedades se recoge el derecho a la propiedad intelectual. Concepto básico para entender los derechos de autor.
Cuando usted compra un disco o una pelicula, por ejemplo, usted compra el derecho a verlo, a reproducirlo, pero no a hacer con ello lo que quiera. Es decir, no puede usted, por ejemplo, coger esa canción y cantarla por ahí (en un concierto) o hacerse un remontaje de las imagenes para hacerse un documental de su vida. El concepto es que esa canción, esa película, NO SON SUYAS. Como no lo es un Picasso que usted vea en el Tyssen. La entrada le da derecho a verlo, no a llevarselo.
En cuanto a que nos pagaran lo suficiente por nuestros trabajos para que no hubiera derechos de autor... Sería injusto para los productores. Deberían pagarlos sin saber si esa obra la verá mucha o poca gente, y les recuerdo, que uno cobra en Autores según su obra sea muy vista, o comprada, o poco.

En América hay una opción intermedia. Los grandes estudios pagan mucho dinero, por ejemplo, por un guión (un millón de dólares) y a cambio el autor renuncia a sus derechos en beneficio del estudio. (Al menos es así como me lo contó un guionista americano) Tengo que decir que si a mi una productora me pagara esa cantidad (y la mitad) haría lo mismo. Pero eso no quiere decir que desaparezcan los derechos. Quiere decir que lo cobra otra "persona".

En cualquier caso, creo que hay que reconocer la propiedad intelectual de determinados bienes de nuestra sociedad y, creame usted, que debe ser así. Y no sólo para músicos o peliculeros. ¿Puede usted comprar unos Manolo Blanick, copiar el diseño, fabricarlo en China y venderlos como Manolo Alatriste? Pues no... El sñor Blanick tiene la PROPIEDAD INTELECTUAL sobre sus zapatos.

Los autores no quieren quitarle su dinero a nadie. Solo pediros una pequeña parte para que podamos seguir haciendoos reir y llorar en el cine los domingos para que olvideis los sinsabores de la semana, o que baileis en la discoteca del barrio con vuestra primera novia o sacaros una sonrisa mientras vais al trabajo escuchando vuestro mp3... No queremos quitarle el maná a nadie, todo el mundo tiene que tener el suyo, pero ¿cual es el maná de los cómicos?

Esto último se lo he tomado al maestro Fernán Gómez de El viaje a ninguna parte. Genera derechos de autor... ;-)

Un saludo a todos.

12:21 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home