CALENTANDO EL PLANETA
"Si las vacas volaran, la leche estaría por las nubes."
Por mi educación católica siempre he creído que las parábolas son la mejor forma de contar una historia. ¿Qué son si no las películas? Seguro que habéis leído la siguiente anécdota. Dicen que es inventada, pero yo tengo mis dudas… Nos define perfectamente a los españoles…
En 1.995, la tripulación japonesa llegó dos horas y media antes que la española.
En 1.996 tras encargar una innovadora trainera al departamento de nuevas tecnologías, y dotarla con todo tipo de avanzados instrumentos digitales, la ventaja de los japoneses fue esta vez de cuatro horas. El equipo directivo volvió a reunirse para analizar las causas del nuevo desastre y comprobó que el equipo nipón, sorprendentemente, había optado de nuevo por una ya anticuada formación a juicio de todos los expertos (1 jefe de equipo y 10 remeros) sin ningún tipo de aparato digital más que los remos y el megáfono, mientras que el español, tras una auditoria externa y el asesoramiento especial del departamento de Organización, se decidió por una formación mucho mas vanguardista y moderna: 1 jefe de equipo (que había realizado un master específico de tres meses en Las Vegas, Nevada) , 3 jefes de sección con plus de productividad (que habían recibido un seminario en un crucero por el Mediterráneo), 2 auditores de Arthur Andersen (muy serios) y cuatro vigilantes jurados (armados) que no quitaban ojo al único remero de la tripulación, que había sido amonestado y castigado con la retirada de todo tipo de pluses tras el fracaso del año anterior para así incentivarle a mejorar...
Tras varias horas de reuniones (para las que se contrataron consejeros altamente cualificados con varios masters en Hardvard y que habían trabajado para la NASA según sus curriculums) Se estudió a fondo el problema y se acordó que, para la regata de 1.997, el remero fuera de una contrata externa: "toda vez que, a partir de la vigesimoquinta milla, se ha venido observando cierta dejadez en el remero de plantilla, actitud que roza el pasotismo al llegar a la línea de meta." El remero, obviamente, fue despedido sin finiquito y por la puerta de atrás como escarmiento para el resto del personal. Para que se sepa que con el dinero y el prestigio de la empresa no se juega...
Además se creó un departamento especial que estudiaría y desarrollaría, a través de un informe, nuevas técnicas de mejora de la productividad y aerodinámica de los remos y que diseñarán la táctica más conveniente a seguir en la carrera del año siguiente. Varios de ellos, consecuentemente, viajarán a la factoría Mc Laren (en Inglaterra) para tener reuniones con los ingenieros de Fernando Alonso y es posible que le sigan en alguna carrera por el mundo para aplicar más de cerca sus investigaciones.
Por ello, el equipo de Winfried Drochner, profesor de nutrición animal de
O sea que al final, las que tienen la culpa del efecto invernadero son las vacas y la cantidad ingente de pedos que se tiran. ¡Ellas son el remero incompetente!
Los hielos se derriten, el agujero de la capa de Ozono se agranda, sube el nivel del mar peligrosamente... y todo por las flatulencias de estos bichos. Indignado me encuentro. Tanto echarle la culpa a mi calefacción, a mi coche, a mi champú no ecológico, a los cigarros, a todo… Y resulta que el problema lo tenemos en Cantabria. Sin saber lo caras que nos estaban saliendo las quesadas. Así que vale ya de pedos de vaca, hombre.
Aunque, qué queréis que os diga, a mi esto me recuerda a la anécdota en la que en un ascensor se empieza a oler un hedor insoportable y nadie mira al bombonazo de veinte años y con las tetas operadas. Todos se fijan en el pobre viejecillo, y conserje del edificio, al que critican cuando se baja... Me da a mí que los que nos tiramos los pedos somos los humanos y que ahora miramos a las vacas... ¡Como nos gusta buscar una cabeza de turco! Tener alguien a quien echarle la culpa para descargar nuestra conciencia..
¿Y que dicen las vacas? Supongo que pensarán, con razón, que a ver si sólo son ellas los únicos animales del planeta que expelen flatulencias… ¿Qué pasa con las ballenas? Bien que cada día son menos pero un pedo de ballena tiene que ser ¡homérico! que decían en Un hombre tranquilo. Aunque no creo que sean ellas las únicas culpables del reino animal. Ya puestos, vale que son pequeñas, pero hormigas hay trillones, y ¿acaso son ellas menos que nadie? Porque por poquito que expelan, tacita a tacita…
¿Y los humanos? Porque somos un montón, y no nos privamos de nada. Bueno, pues hasta ese pequeño placer oculto se va a acabar… Aunque, admitamoslo, antes o después este momento tenía que llegar. A fin de cuentas todo lo que da gusto es inmoral, ilegal o engorda... y a partir de hoy, además, hay que añadir que calienta el planeta.
Pero como los hombres no podemos estarnos quietos, y aunque esquivamos las cuestiones importantes (naderías como el hambre, el armamento nuclear, la disentería…) nos empeñamos en buscar soluciones idiotas a problemas estúpidos. Se van a enterar esas terroristas con peligrosa expresión bóbida pero nada ajenas a la culpa. Tanto tiempo ahí, paciendo, comiendo hierba, rumiando su venganza lentamente… mientras nosotros permanecíamos ajenos a estas armas de destrucción masiva.
Así los científicos, que rápidamente salen en defensa de la raza humana, han decidido ponerle remedio a semejante sin Dios flatulentil. El Síndrome de la ministra de Sanidad se está convirtiendo en plaga. No sólo pretenden que nosotros dejemos de comer carnaza, y nos convirtamos en seres sanos y pulcros, sino que ahora van a extender su cruzada a las pobres vacas, a las que pretenden poner a dieta y con horarios de comida estrictos. ¡Que es eso de comer hierba a todas horas como han hecho durante miles de años! ¡Qué es eso de “hierbear” entre horas! Y ¿por qué no hacen ejercicio? ¿Para cuando cintas de correr para vacas? ¡Así tienen el colesterol por las nubes! Y luego ese colesterol nos lo pasan a nosotros. ¡Intolerable! El plan es diabólico y genial: si no podemos con McDonalds y sus macro hamburguesas ataquemos directamente a su base de suministros. Aquí no va a comer grasa ni dios.
Toda esta diatriba me ha hecho pensar... ¿Será por esa acumulación de metano y gases "innobles" que desaparecieron los dinosaurios? Porque con ese tamaño, la cantidad de ellos que eran, la cantidad de hierba que comían y sin horarios estrictos…? Pido que Al Gore nos haga un documental…
Y ya lo sabéis: la próxima vez que vayáis a soltar un cuesco, pensadlo mejor, y retenedlo en vuestras tripas. Si no lo hacéis por vuestros semejantes más próximos, hacedlo por el planeta.
P.D. Sí, ya se que me ha quedado un post muy escatológico pero es que hoy en día, donde menos se piensa, salta el calentamiento global.
2 Comments:
Muy bueno y muy divertido, sincèramente.
No se quien es el inventor del famoso cuento de los remeros, pero hoy precìsamente lo hemos comentado en la oficina en clase de ingles y lo queramos, o no, hay mucho de verdad en el mismo, sobre todo entre las gentes de este pais.
Postadata: No pienso dejar de comer carne y espero que las vacas tampoco de comer hierba natural. Es peor el olor que despide la flatulencia de muchos cerebros supuestamente humanos y nos tenemos que aguantar.
El cuento de los remeros corre por ahí desde hace mucho. Incluso antes de que existiera Internet. Yo cogí una base y sobre ella he inventado algunas cosas: digamos que la he tuneado para hacerla más divertida y moderna.
La Noticia de El Mundo digital es del 26/3/2007
Saludos.
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