18 septiembre, 2008

ENCAMADOS

"Una celebridad es una persona que se ha pasado toda la vida tratando de llegar a famoso y cuando lo ha conseguido utiliza gafas negras para que nadie le reconozca."

Fred Allen


Tenemos prácticamente acabado el episodio cero.

Sólo falta el tema de los cameos. Los malditos cameos...

Para los no informados, un cameo es la aparición estelar (en una peli o una serie) de un famoso o personaje más o menos popular. El cameo, por supuesto, no se paga porque habitualmente el amigo conocido se presta a salir por amistad, para apoyar el producto, o porque se ha pasado ese día por rodaje y, como guiño a los espectadores, aparece en un segundo plano o haciendo un papelito de "figuración con más o menos frase".

En este primer capítulo de ¡Viva Luisa! se pensó un bloque en la que tendríamos un montón de cameos que servirían luego en la promoción del programa. Que nadie me pregunte por qué pero es de creencia común que la aparición de un famoso en tu programa o serie hace que inmediatamente subas tus puntos de audiencia. Lo he oído tanto que ya hasta empiezo a creérmelo. O al menos ya no lo discuto...

Todos los que participamos en esta aventura tenemos amigos más o menos conocidos o populares y se creyó que sería fácil ponerlos frente a una cámara para que hicieran una serie de declaraciones cachondas que habían escrito nuestros guionistas. Era facilito. Se trataba de mandar un ENG (una cámara autónoma de esas que persiguen a los famosos por la calle para luego introducirlas en programas del corazón) y tomar sus declaraciones en cinco minutos. Muy fácil.

¡Ja! Todos olvidamos el principal axioma de este negocio: "No hay movida fácil" Y, claro, ¿cómo ha resultado? Exacto: imposible.

Por dos razones fundamentales:

a) Si el amigo no es lo suficientemente famoso, el propósito queda en agua de borrajas porque suena a cutrada "quiero y no puedo" y no es cuestión de trufar tu primer programa de caras que la gente puede confundir entre "el presentador del telediario de la noche" y el "último transexual aparecido en Gran Hermano".

b) Si el amigo es lo bastante famoso, habitualmente lo es porque se dedica a algo que le ocupa mucho tiempo y que, por ende, le tiene muy entretenido. Y se convierte en una verdadera aventura poder pillarle.

Hay una última razón: todos tenemos muchos conocidos pero al final pocos amigos, y los primeros suelen negarse con excusas más o menos creíbles. Normal...

Así, a día de hoy, hemos terminado el capítulo... a falta del bloque de famosos. Algo que, objetivamente, no necesitamos. El episodio es lo suficientemente bueno como para funcionar sin él... pero nos metimos en ese lío y ahí estamos. Parados a la espera de que Telemadrid nos pueda conseguir a sus caras más populares para rellenar este maldito bloque.

Moraleja: los cameos nunca se preveen. No cuentes con ellos. Si los tienes, miel sobre hojuelas; si no, más vale que no los necesites...

P.D. Excluyo de este apartado a Eva González, que tiene un pequeño papelito, haciendo de sí misma pero no se puede considerar un cameo. Es actriz de los pies a la cabeza, separados entre sí por más de un metro ochenta de una belleza apabullante.

Dios es injusto: hay gente a la que le da belleza, talento y simpatía.

Quizá por eso a alguno nos tira más el demonio: no tenemos nada que reprocharle.

1 Comments:

Blogger Sintagma in Blue said...

Esperamos con impaciencia el estreno.

11:46 a. m.  

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