27 agosto, 2008

LUCES Y SOMBRAS

"En la vida hay tinieblas, mi niña, pero también hay luces.
Y tu eres la luz de toda luz."

James V. Hart en DRACULA de Bram Stoker (1992)




Buen día.

Volvimos a ensayar todas las secuencias e hicimos un pase para la producción ejecutiva. Desde la grada oíamos abajo las carcajadas. Concretamente con una secuencia que estoy convencido de que va a ser un tiro y que se convertirá en la mejor del episodio. Y eso que comenzó siendo una pesadilla... Según el guión, el personaje de Edu Soto (Carlos) está escondido en el dormitorio de Luisa sin que su marido, (Xavi Mira-Alberto), lo sepa. Cuando ella entra en la habitación con Alberto para tener una noche de pasión, Carlos se esconde tras la puerta y empieza la comedia... Bien. Al ir a ensayar la secuencia me encuentro con el problema de que, ¡oh!, la puerta no se abre más que noventa grados y que nadie podría esconderse tras ella a menos que poseyera la capa de invisibilidad de Harry Potter. ¿Qué hacemos ahora?

Lo peor en esos momentos de ser director es que todo el mundo te mira esperando una solución. Y allí estás tú, rodeado de gente y escuchando como pasan los segundos en tu reloj, mientras las caras se van alargando... Nunca agradeceré lo suficiente el callo que me dió Inocente en eso de encontrar soluciones de forma rápida y el Tuno en apañarme con pocos medios y mucha imaginación... Como Wikie el vikingo (mi héroe de infancia) dí con una solución que a juzgar por sus expresiones al equipo le parecía: a) una locura b) imposible c) una gilipollez d) todas las demás. Sin embargo soy cabezota y, tras convencerles de que iba a funcionar, estuvimos un buen rato dándole forma entre todos. Cada uno aportando un granito más. Porque esto, al final, es un trabajo colectivo. Después, ensayándola, nos moríamos de risa. Por eso, hoy, al oír las primeras carcajadas en la grada supe que estaba funcionando a la perfección...

No destriparé la solución. Solo diré que la solución está en un juego de luces y sombras muy simple pero tremendamente efectivo. El productor me preguntó después cómo se me había ocurrido. La verdad, no tengo ni idea. Sin embargo, volviendo en el metro recordé que el fin de semana pasado estuve viendo el Drácula de Coppola. En ella, hay una secuencia magistral de este tipo en la que Coppola explica que los juegos de luces y sombras funcionan siempre porque están en nuestro subconsciente ya que fue la primera forma de expresión y de contar las historias de la Humanidad.

Como decía mi profesor Juan Antonio Porto: "Si has de copiar, copia a los mejores..."

Yo añado: "Aunque no sepas que estás copiando".

Y Tarantino añade: "Yo lo llamo Homenaje..."