18 noviembre, 2005

LA INVASIÓN DE LOS ZURUPETOS

Como en aquella película mítica, “La invasión de los Ultracuerpos”, los zurupetos nos conquistan día a día. Avanzan. Se camuflan entre nosotros. Van de traje y corbata. Son cordiales. Sonríen. Saludan. Se explican con total naturalidad en los saraos de la más alta alcurnia. Asisten a importantes almuerzos de trabajo. Parecen como tú y como yo. Pero no te fíes. Son Zurupetos... Y están a tu alrededor.

¿Qué coño es un zurupeto? ¿Cómo puedo encontrarme en semejante peligro y no estar al corriente? Tranquilo. Si vas al Diccionario de la RAE, encontrarás que un zurupeto es un intruso en la profesión notarial o un corredor de bolsa no matriculado. Y tú te preguntarás: ¿hay tantos tipos haciéndose pasar por algo tan gris como un notario? ¿realmente se cuelan tantos individuos en el parqué de la bolsa sin tener una autorización para hacerlo? ¿Qué mente perversa y enferma querría ser tomado por un algo tan aburrido como notario o un broker? ¿Qué está pasando? ¿Qué droga sicotrópica ha desayunado éste esta mañana?

Me explico. Por extensión, se denomina zurupeto a aquella persona que presume o se jacta de tener un título universitario sin haberlo conseguido. Sin embargo, no son los típicos mentirosos que te cuentan una vida falsa y unas vivencias universitarias que nunca soñaron para engordar un curriculum raquítico a la hora de conseguir un mísero trabajo. Eso es solo un imbécil. Solo un idiota presumiría de tener un título conseguido en la universidad española tal y como están nuestras facultades. Los zurupetos ya tienen trabajo, y muy bien remunerado, las más de las veces. Además son mucho más hábiles: no les podrás coger en falta ya que nunca cuentan que tienen el título. Es decir, un zurupeto nunca afirmará que es licenciado en economía. En su curriculum podrás leer que “Tiene estudios o tiene conocimientos de...” Magnífico. Una técnica de camuflaje perfecta.

Así no dejan de surgir zurupetos que poseen conocimientos de todo tipo. Y claro, como “tener conocimientos” no exige cinco años de una carrera universitaria, uno puede sacarse los títulos de tres en tres. Los zurupetos avanzan implacablemente y lograrán desplazar a los licenciados. La tan llevada titulitis está siendo sustituida por la zurupetía. Reconozco que es admirable. Para “tener conocimientos” no hace falta aprobar exámenes, fotocopiar apuntes o copiar en la fila de atrás. Basta con comprar el Muy interesante. O si me apuran, el dominical de El País. Es el triunfo del hombre renacentista sobre el especialista en estupideces. La universidad complutense sustituida por la universidad de la vida. Y lo mejor de todo: cualquiera puede ser un zurupeto, de un inmigrante a un marqués.

Abre los ojos y busca zurupetos a tu alrededor. Como nos contaba El Código Da Vinci sobre el priorato de Sión, se encuentran ya incluso en las más altas estancias del Estado. Los masones que veía Franco por todas partes son ahora zurupetos... Búscalos y apunta sus nombres, o si no, la próxima vez que entres al cuarto de baño abre una revista y comienza a sacarte títulos en la universidad de Zurupetulandia.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"Es el triunfo del hombre renacentista sobre el especialista en estupideces. La universidad complutense sustituida por la universidad de la vida"... si es así yo lo veo como un cambio a mejor. ¡viva el hombre renacentista aunque tú le tildes de zurupeto!. ¿Intrusionismo? No estoy tan seguro. Por ejemplo ¿Quién es periodista: aquél que s eha licenciado en periodismo o ese otro que lleva trabajando como periodista pero sin el título universitario correspondiente?Otra cuestión ¿Estás seguro que el hombre universitario es más válido que el que no lo es para desempeñar ciertos trabajos? No estoy tan seguro, sobre todo cuando hablas con los recién titulados o que están en camino de serlo (en el campo del periodismo) y sus aspiraciones son ser tertulianos de los programas de TV... por cierto, que a estos tertulianos les tildan de "intrusión".
Más sentido común y menos titulitis es lo que hace falta.
Churno.

9:34 p. m.  
Blogger marga said...

Jajaja, me encanta lo de los zurupetos. Me he encontrado a muchos (y habrá muchos más que no he descubierto). Suelen tener bastante labia y son muy hábiles, así que en el fondo tienen su mérito. Pero como licenciada... me fastidia un poco mucho.
Yo empecé varias carreras antes de terminar una, pero ni se me ocurría poner en el CV: licenciada en *** y con estudios en *** (será que no soy zurupeta).
Sigue escribiendo, me ha encantado tu blog.

8:35 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

No está mal tu artículo, pero debo decir que pareces padecer un poco de titulitis. Por ejemplo:en las actuales circunstancias de crisis se ha visto claramente que demasiados economistas (y hablo con conocimiento de causa, dado que estoy en contacto con unos cuantos), a pesar de su título y especialización en la materia no la veían venir ni cuando la tenían encima. Sin embargo, he hablado con gente que no es economista pero usa el sentido común (el menos común de los sentidos) y tenía claro lo que nos venía incluso un año y medio antes de llegar la mencionada crisis. Y están haciendo trabajos poco remunerados y sin especializar...

Un saludo.

12:17 p. m.  

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