26 octubre, 2005

EL SINDROME DE TOURETTE

" Las palabras se utilizan para mentir. En cambio, el dolor nunca miente."

Daisuke Tegan en "AUDITION" (1999)



“El sindrome de Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos involuntarios repetidos de palabras y frases inapropiadas. A menudo, los pacientes emiten sonidos, palabras raras e inaceptables. A menudo la persona con el síndrome continuamente aclara la garganta, tose, gruñe, olfatea, ladra, grazna o grita. Las más veces terminan las frases gritando obscenidades o groserias involuntariamente…”

La primera vez que ví a un sujeto padecer dicho transtorno fue en la serie de televisión Ally Mc Beal. En ella, uno de los clientes, un tipo encorbatado y muy serio hablaba tan normal hasta que le sobrevenía uno de estos ataques y empezaba a insultar y decir groserias, tras las cuales volvía a su compostura seria y todos continuaban como si nada hubiera ocurrido. Me pareció una ocurrencia genial pero nunca pensé que viviría rodeado de este tipo de enfermos.

En estos días asistimos en este pais a una epidemia de Sindrome de Tourette. Según escucho a sesudos columnistas y expertos tertulianos no hay que detenerse en cuestiones de semántica. No hay que detenerse en las palabras, proclaman a los cuatro vientos… Las palabras son sólo eso: palabras. Y así, cual los abogados del buffete de Ally que escuchaban imperterritos como si nada aquella ristra de insultos y oscenidades, de la misma forma, ellos asisten imperterritos a las barbaridades que se escuchan últimamente y no le conceden importancia a nada. Ya sabemos: lo importante no son las palabras.Así, da lo mismo nación que nacionalidad que comunidad nacional que autonomia que comunidad autónoma que… Son solo palabras, no hay que detenerse en lo que significan.. Antes había ocurrido algo similar con la controvertida palabra matrimonio y las uniones civiles de gays y lesbianas.

Personalmente, creo que terminarán llamando nación a Cataluña y que los gays que pasen por el ayuntamientos serán matrimonios pero, por favor, no me digan que es lo mismo. No haré valoraciones ni siquiera daré mi opinión, pero no puede ser lo mismo. Porque entonces se me quedará cara de idiota recordando esos mamotretos de Fernando Lázaro Carreter que nuestra generación tuvo que meterse entre pecho y espalda. Y, sobre todo, porque entonces dará igual leer el Quijote o el Jueves, la Divina Comedia que la Guía del Ocio… legajos que , a fin de cuentas, no están mas que llenos de palabras. Pero esto traerá problemas, al tiempo, porque si no hay que detenerse en las palabras será lo mismo irse de putas que de petas o de potes y por ahí no paso porque habrá alguno que terminará fumándose una meretriz, bebiéndose un porro o encamándose con una Mahou, y esto será, como diría el bueno de Luis Ciges, la descojonación.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Ja,ja,ja,ja...y más cosas que vereis, amigo Sancho.

Churno

9:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Nunca pensé que un director de cine que, (supongo serás, por algunos post) profanó en su película una catedral como la de Salamanca, tuviese un sentimiento nacional tan grande.

¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!

10:56 a. m.  

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