13 enero, 2008

¡¡¡Y LA PAZ MUNDIAL!!!

- ¿Es verdad que la belleza esta en el interior?
- ¡Eso solo lo dicen los feos!

P. Guay y S.Mazur en MENTIROSO COMPULSIVO (1997)


Hay películas que a uno le gustan mucho aunque sabe que no pasarán a la Historia del cine. De esas que, cuando escribimos nuestra particular lista de favoritas, no aparecen y sin embargo, nos hacen especial gracia, nos sueltan la lágrima de forma inexplicable o nos dejan pegados al televisor una tarde de sábado aunque tengamos cosas más interesantes que hacer.

En mi caso, tengo un ejemplo para cada uno de estos casos. A saber.

Jim Carrey es un tipo astragante, excesivo y odiable en su más amplio sentido de la expresión pero, lo confieso, yo he llorado de risa con algunos chistes de DOS TONTOS MUY TONTOS (1994). El plano en el que el niño ciego acaricia un periquito que tiene en sus manos, y cuya cabeza ha sido pegada al cuerpo con cinta celo, mientras el chico se pregunta por qué su pájaro ya no canta como antes, me parece de un humor duro y cruel, políticamente incorrecto, al que muy pocos se atreven…

En segundo lugar, ALGO PARA RECORDAR (1993), la comedia romántica de Meg Ryan y Tom Hanks con algunos de los momentos más sobre azucarados de la historia del cine y que consigue que, con algunas secuencias, se me escape la lágrima. Por ejemplo aquella secuencia en la que el joven viudo, hablando por teléfono en un programa radiofónico de madrugada, recuerda a su mujer muerta y el amor que existía entre ellos. Ese amor difícil de explicar y del que sólo puede definir como “magia”: “Así es el verdadero amor: magia.” Mientras, la buena de Meg llora al escucharle por la radio… y yo con ella. Después de cada visionado debo meterme un chute de insulina…

En el tercer grupo, el de películas que enganchan sin saber por qué, está MISS AGENTE ESPECIAL (2000). Una tonteriita protagonizada por Sandra Bullock sobre uno de esos estúpidos certámenes de belleza. Aquí tengo la coartada de que está Michael Caine. Es increíble como un actor de su talla puede protagonizar un papel secundario, intrascendente, y comerse, cual agujero negro, a cualquiera que interprete a su lado en la secuencia… Está impresionante en su papel de Pigmalión/Torturador de la agente de policía a la que hay que convertir en aspirante a la corona de Miss América.

Ni que decir tiene que la película es tópica en la trama policíaca, con una historia estúpidamente infantil y final insulsamente previsible. Como no puede ser de otra manera, claro, tuvo segunda parte. Sin embargo, siempre me gustó cómo trata en algunos momentos el tema de los concursos de belleza. Tiene un par de buenos chistes inteligentes que atacan al corazón mismo de la filosofía de este tipo de certámenes. A saber. Cuando al final llega la prueba en la que las aspirantes tienen que responder a una pregunta del jurado, la chirigota alcanza su culmen. Estoy harto de ver como, en la realidad, los responsables y participantes de este mercado carnal, intentan vendernos que no sólo se elige en función de la belleza exterior, sino que es también muy importante el interior… “Claro, como en un Kinder sorpresa. No te jode” pienso yo siempre. Es como si la Academia de Oslo intentara vendernos que el Nobel de Física no sólo debe ser listo sino que también podría ser modelo de Armani. Así, las preguntas a las que someten a las chicas son del tipo ¿qué piensas de las guerras? Si pudieras suprimir algo malo del mundo ¿qué sería? Juro que he escuchado las respuestas más peregrinas a las preguntas más arquetípicas. Es como si las chicas llevaran el rollo aprendido y, sea lo que sea lo que oigan, sueltan su discurso buenista. Porque, claro está, siempre piden quimeras imposibles y sus palabras deberían ser aderezadas con un precioso coro de violines de fondo.

Pues bien, en Miss Agente Especial, cuando llega este momento, a las distintas preguntas, todas las chicas, todas, contestan: "yo lo que quiero es ¡¡¡la paz mundial!!!" Momento en que todo el público se pone de pie y aplaude fervorosamente. Cuando es el turno de la policía de incógnito, Sandra Bullok, a la pregunta de ¿Qué pedirías a los poderes públicos? Ella contesta: "que a todos los violadores les cayeran unas penas tan duras que no pudieran salir de la cárcel en su puta vida…" Silencio. Plano del público: todo el mundo con la boca abierta. Absortos. El presentador con los ojos como platos. Ella, al ver efecto que ha causado su respuesta se acerca nuevamente al micro. Susurra : "y por supuesto ¡¡¡la paz mundial!!!" Estallido de vítores, aplausos masivos, y amplia sonrisa del presentador. Genial.

Y es que en los certámenes de belleza , las chicas dicen al público y al jurado lo que quieren oír porque ellas, lo que quieren, es ganar. No presumir de conocimientos. Lo primero es estar buena y lo segundo demostrar que eres lo suficientemente maleable como para servir de percha a lo que la organización quiera. De ti colgarán un montón de mensajes, de marcas, de tópicos o lo que el patrocinador de turno quiera porque el feo no vende. En el feo no se fija nadie. Al feo sólo le escuchan los cerebritos…

Para muestra, el certamen de belleza que se ha celebrado en Castelldefels para elegir a la Miss Nació Catalana 2008. Una nueva conquista del nacionalismo. Confieso que admiro a los nacionalistas. Son capaces de poner el espejo en todo. En lo bueno… y en lo malo. Una nación no sólo tiene cosas buenas. Las hay malas. Y por eso también hay que copiarlas. Mi enhorabuena por delante.

En cuanto a los concursos de chic@s (y a partir de ahora dejo de poner la bienpensante arroba: que cada uno ponga el género y el sexo en este post según sus opciones, gustos o perversiones) confieso que para mi sólo hay un tipo de belleza. O se está buen@ o no se está. Será que soy un salido. Tengo una debilidad, que son las orientales, pero fuera de esa categoría no le miro el carné a una tía buena y perdón por el vulgarismo. Debe ser que soy un simple salido (y no un experto en belleza femenina) porque según la representante del Alt Empordá su belleza “no tiene nada que ver con la belleza de las andaluzas o las madrileñas”. Y apostilla la representante del Vallés Occidental “somos finas, sensuales, sencillas y elegantes, nada que ver con la chica sexy latina…” Hay que joderse. Debe ser que las andaluzas, las gallegas, las argentinas o las colombianas no se adornan con esas cualidades... Pero ¿no quedamos en que no había que generalizar? ¿O es que acaso los catalanes son todos unos tacaños, los madrileños unos chulos, los argentinos unos pesados y los colombianos unos narcotraficantes?

Pero no les echen a ellas la culpa. Como en los otros concursos de belleza, sólo le dicen al jurado aquello que quiere oír. No me imagino yo a una Miss Nació Catalana presumiendo de españolía ante el tribunal y desfilando con un traje de faralaes. Sería expulsada por provocadora. O por tonta. Y vale que son misses... pero no son tontas.

Eso sí, hay cosas que conviene mejorar en un futuro: una ganadora que se llama Ruiz y una finalista que responde por Pérez no hacen mucha “Nació”. Habrá que tenerlo en cuenta antes de ponerles la banda a participantes con apellidos tan poco catalanes porque, si no, gran parte del impacto publicitario buscado, se pierde. Eso, o les ponemos un nombre“artístico” mucho más de la tierra como Sardá o Codorniú.

Claro que, tampoco es de recibo, que el Vall d’Arán (en hombres) o El Montsiá (en mujeres) estén representadas por ciudadanos nacidos fuera de las fronteras de Catalunya, España y la Unión Europea. Como comentaban dos participantes de origen rumano en el camerino: ¿Por qué no puede ser Miss Cataluña una rumana? Que se lo pregunten a don Josep Lluís (aquí y en la China). Convencido estoy de que no le importaría. Pero ¿Puede ser una española la más guapa de Cataluña?

Seguro que sí. Es como el chiste aquel de que los de Bilbao nacen donde quieren. Y la catalana más guapa, también. Vale que no sea muy coherente pero cuando se trata de ti@s buen@s el dónde se haya nacido es lo de menos. Yo, cuando lo veo por televisión, ni me fijo en lo que pone en la banda de marras. Yo se la quitaba. Solo sirve para tapar. Habría que ponerles un numerito como una matrícula y, después, cuando ganara la que fuera, abrir un sobre (como las plicas en los certámenes literarios) que diera los datos de la belleza en cuestión. Y todos los de su pueblo tan contentos...

A mí me da igual. Yo seguiré viendo los concursos de belleza porque, lo reconozco, en lo que menos me fijo es en ese estúpido sello que marca la denominación de origen y que nos tapa sus magníficos cuerpos. Eso sí, me levantaré emocionado aplaudiendo cuando digan aquello de ¡¡¡Y la paz mundial!!! (en bikini, eso sí)




18 Comments:

Anonymous Anónimo said...

ME ha hecho gracia este post, primero por lo de las películas de dudosa calidad que a uno le gustan. Conincido con usted en Algo para Recordar, es una peli que siempre me ha entretenido, pero no tanto Miss agente especial.

El segundo motivo es porque me permite reiterar un par de gustos inconfesables:

1-Mi afición incondicional a los concursos de belleza femenina/desfiles de lencería.

Y 2 (más inconfesable)- el hecho de que creo ser el únio fan casi incondicional del señor Carey en españa. Al menos el único con más de quince años.

9:56 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo diría que: si me importan una higa los concursos de belleza femenina (y de masculina un higo) con carácter internacional, imagínese los de tercera regional.
Pero, como diría Martes (¿o era Trece?): ¡VizCataluña! (Y sacaba una modelo abzolutamente vizca).
Me sorprende que haya gente (incluso por debajo de los quince) a los que les guste el señor Carey (a mí ni en esa que se puso careta, oiga). Pero, para gustos los colores y, como dice el padre de don Moral (un amigo mío que le ha encontrado ese punto equilibrado al buen vivir), "esa es la demostración que en esta vida hay de todo" (Y que conste que lo dice sin ofender y muy sentido hacia la libertad de las personas).
O sea que muy bien por los amantes de Carey, de los desfiles, de la lencería (a Berlanga también le gusta mucho), e incluso los de ropa eclesiástica en el Vaticano (de eso sabía mucho Fellini).
¡Me encanta este blog!

Poseidón (esto es, no el dios mitológico, como podría pensarse, sino "el que posee mucho").

3:29 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Curioso, mi debilidad son los orientales (¿eso se puede decir a estas horas, o hay que esperar al "late"?). Hoy por cierto con unas noticias sobre el "negociado" de Zerolo en China (no por nada hay una revista española sobre temas homosexuales que se llama "Shan gay" (o algo así), que dirige Alfonso Llopart.
A ver cuándo hay profusos desfiles y competiciones de lencería fina masculina (¿eso existe?) por las teles del mundo mundial.
Saludos de un "Orientado"

3:36 p. m.  
Blogger enrique said...

Si ellos son felices con sus cosas y sus misses, pues bendito sea dios...

Genial post, genial...

5:44 p. m.  
Blogger Sintagma in Blue said...

Es que los catalanes son muy raros.

:-)

6:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Ay! Amigo Sintagma. Tenga cuidado con la corrección política. Aunque yo sé que no tiene usted intención de ofender a nadie, hay siempre personas dispuestas a colocarse vendas aparatosas donde, por debajo, no hay heridas.
Considere, por otra parte, lo raros que somos los humanos, en general. Yo conocí a uno en Zamora, que no imagina el grado de sus rarezas (y es un poco extenso para explicarlo aquí ahora). Y si nos ponemos literarios, ¿se acuerda usted del de Albacete en "Ninette y un señor de Murcia"?
Por supuesto que siempre :-).
Rapsoda (in blue)

10:42 a. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Como dice Hal, que a uno le guste Carrey (teniendo más de quince años) es una perversión como otra cualquiera. Yo reconozco que lo tomo a pequeños sorbos. Soy, como dicen ahora los cursis sobre las drogas, un consumidor social ocasional. Una sobredosis de este tipo, ya sobredosificado de por sí, puede ser letal.

En cuanto a mi querido orientado, creo que está usted desorientado: ¿como que no existen los desfiles de lenceria masculina televisados? ¿Acaso no recuerda usted los del ínclito programa Noche de fiesta del ahora apaleado Jose Luis Moreno? Propongo que entre Matrimoniada y matrimoniada pase un señor o señora en lencería. Que pase sin más. Sin justificación de guión ni leches. Tendría tanta coherencia como algunos de sus diálogos y nos alegraría la vista.

Querida Sintagma. Es usted una provocadora. Todos sabemos que es usted mestiza... Y como dijo el poeta: ¡¡¡El futuro es mestizo!!! Está usted por delante, nuevamente. Reciba usted un cordial beso (con cava, esta vez)

Saludos a todos

11:05 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Perdone, señor Barbero, mi ignorancia. Apenas sí vi "Noche de fiesta". (Pero sí vi al "apaleado" Moreno enseñar sus carnes vituperadas. ¡Bien para los sados! (Pero yo necesito algo más fino).
Me dice un amigo tímido, que no quiere escribir en ningún blog (pero que es asiduo lector de este), que sí hay lencería masculina por la tele, pero principalmente en canales de pago.
Agradecido a todos por la info.
(Des)Orientado

12:06 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jajajaja, mis felicitaciones por su ingenio, señor Barbero, (perdona por lo de señor porque eso no suena correcto sino cabrón porque le pone a uno, como poco, una decena de años, pero me salió así) lo curioso del caso es que lo que nos puede parecer ridículo y patético, estas acciones para reivindicar su diferencia y argumentar con mayor peso su independentismo, allí, en su entorno, suena estupendo y es celebrado con ganas, lo que me preocupa hondamente pues no hay ni un guiño de gracia sino algo muy, muy serio ¡glub!

Y por otra parte me parece injusto el trato dado a Jim Carrey, pues en peliculones como "Olvidate de mí", "Man on de Moon", "El show de Truman" o "Una serie de Catastróficas desdichas" está muy bien con registros un tanto distintos al esperpéntico humor por el que se hizo famoso ;)

Churno

4:30 p. m.  
Blogger José Antonio de Cachavera said...

Reconozco que en pelis sobre certámentes de belleza, la que más me gusta es "Little miss Sunshine", que es un poco peculiar, porque es sobre certámenes de belleza infantiles, pero deja una clara muestra de como las personas se convierten en ganado de más o menos pedigree desde la más tierna infancia.

Mezclar eso con el nacionalismo más rancio y casposo es una forma más de burricie con carga tribal, llámese concurso de ganado, de perros pastores, de lanzamiento de arado o de belleza. "Nusotros semos los mejores" o como se diga en catalán. "I love Villarriba". "Como se vive en España no se vive en ningún sitio del mundo, por eso los extranjeros están locos por venir aquí, a comer paella y tomar el sol", etc, etc.

El nacionalismo, es sí mismo, no deja de ser una exaltación irracional del sentimiento gregario, de la exclusión del otro por desconocido, por extraño, por malo. Nada que ver -aunque algunos lo confundan a menudo- con el patriotismo, que está relacionado con la generosidad, con el compromiso -no excluyente- con el entorno en el que uno vive. Y que no tiene nada que ver, por cierto, con no poder decir que el rey está desnudo.

Te veo bien, Pedro. Me alegro.

Abrazos

5:07 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Estimado Churno. Soporto, como ya he dicho, en algunos momentos cómicos a Carrey pero en momentos serios... entonces sí que no puedo con él. Olvídate de mí o El Show de Truman son grandes películas, basadas en grandes guiones que son grandes A PESAR DE CARREY. Cuando se pone serio, lo confieso, no puedo con él y mira que me gustó la primera de las citadas (quizá la que más el año de su estreno). En cuanto a las Catastróficas desdichas siempre pensé que era el título de una crítica de la película y no de la película en sí.

Cacha!!! Bienvenido hijo pródigo o ¿quizá debería decir mejor padre pródigo? Me alegro de que tu faceta paternal no haya acabado contigo y que te haya devuelto, si cabe con más fuerza, a esta nuestra comunidad. (¡Váyase señor Cuesta!)

Bienvenidos a los dos y a Poseidón, al que en el comentario anterior no saludé.

6:05 p. m.  
Blogger Princesa said...

"Little miss Sunshine" me encantó.

jajaja, seguís siendo tan de derechas como siempre.

Pero bueno, de todo tiene que haber en el mundo. Dejo de ofenderme.

8:54 a. m.  
Blogger José Antonio de Cachavera said...

Me alegro, Princesa, de no ofenderte por existir.

5:14 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Qué parte es la de derechas? ¿La que no le gusta Jim Carey o la que sí?¿Jim Carey es ofensivo?
Poseidón

12:44 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

¿¿¿Somos de derechas???

Bueno, supongo que habrá de todo por este "bar" pero, en cualquier caso no creo que sea algo malo, ni que por este post y sus comentarios se pueda inferir algo así ¿no?

En este apartado no estoy muy ducho pero quizá alguno de nuestros gobernantes ha dicho algo sobre el bueno de Carrey o los concursos de belleza adscribiéndolos a alguna corriente política y no estoy enterado. En cualquier caso sería una solemne bobada como aquello de que fumar puros era de derechas que dijo ZP... Menos mal que Fidel (Castro) no le oyó...

Saludos

6:21 p. m.  
Blogger Princesa said...

Ehhhhhhh, que yo no lo he dicho por lo de Carreyyyyyyy. Es más, hasta es gracioso y todo también para mí.

Cachaaaaa, ya estamos con los malentendidos. Que no, en serio que no tiene nada que ver.

enhorabuena al papá!!!!!!!!!!!!!11

Un abrazo.

4:23 p. m.  
Blogger Princesa said...

Lo de los puros, yo los fumo, y no soy de derechas ;)

Pedro..., sí..., antinacionalistas, a favor del orden establecido por los siglos de los siglos y sobretodo cosas de esas....

Nada más..., y nada menos. Lo de ofenderme, me refería a que no voy a decir opiniones que confronten. Fué una exageración como todas las que digo para que la gente diga lo que piensa de verdad.

4:30 p. m.  
Blogger Pedro Luis Barbero said...

Ayssss como te hemos echado de menos Princesa. Aquí ya nadie confronta.

Estamos "desconfrontados" y este blog se abrió, precisamente, para eso.

No exageres (o sí) para que la gente diga lo que piensa de verdad. Me da que, precisamente, aquí lo que tenemos es sobredosis de verdades.

En cualquier caso, sé tu misma.

Saludos.

5:28 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home